Seguramente has tratado de recordar acontecimientos ocurridos durante los primeros tres años de tu vida sin tener resultados. Incluso es posible que no logres recordar hechos posteriores.
Sigmund Freud creó el concepto de “amnesia infantil” para definir esta falta de memoria durante nuestros primeros años, y los vagos recuerdos desde los tres hasta los siete años. Él alegaba que la amnesia era causada por la represión consciente de los recuerdos, como si se tratara de un mecanismo de defensa que los almacena en lugares de difícil acceso para evitar que nos afectaran y podrían volver a salir a la luz con ayuda de psicoterapia.
Pero la ciencia se ha encargado de buscar más explicaciones sobre esto, investigadores de la Universidad de Toronto explicaron que el hipocampo de los niños menores de tres años no está suficientemente desarrollado para almacenar recuerdos a largo plazo.
La teoría de la “memoria pasta”
La profesora de la Universidad Emory en Georgia, Estados Unidos, Patricia Bauer propuso una teoría en la que imaginamos un colador de pasta. Si lanzamos sobre él una pasta muy fina, es probable que se escape por los agujeros. Mientras que si la pasta es más gruesa permanecerá allí.
Según su teoría los primeros recuerdos son tan pequeños que logran colarse, pero a medida que nos desarrollamos los recuerdos crecen y los agujeros se reducen. Gracias a esto podemos retenerlos. Ella entrevistó a 100 niños y a sus padres y comprobó que los recuerdos de la infancia se pierden muy rápido ya que los niños no contextualizan los recuerdos con datos.
Pero entre los dos y tres años los niños son capaces de verbalizar los recuerdos porque desarrollan su capacidad de lenguaje. Los padres pueden ayudar a contextualizarlos con narraciones o fotografías y así “la pasta se volverá más gruesa” y permanecerá en el colador.
Según algunos expertos, antes de cumplir los cuatro años no tenemos la capacidad cognitiva y de lenguaje para formar memorias. Así que aunque estos recuerdos no desaparezcan del todo no pueden almacenarse en nuestro cerebro.
La doctora Carole Peterson, profesora de psicología que dirigió un estudio publicado en la revista Child Development (Desarrollo Infantil), en el que pidió a 140 niños entre 4 y 13 años que nombraran tres de sus experiencias más tempranas que pudieran recordar y en qué período había ocurrido.
Mientras más pequeños eran los niños, más recuerdos tenían de sus primeros años, incluso a los 18 meses de edad. Para confirmarlo, los padres fueron entrevistados.
Dos años más tarde repitieron la entrevista…
Los resultados fueron muy distintos, los niños recordaban experiencias diferentes y muchos de aquellos recuerdos habían desaparecido. A pesar de darles pistas muy claras, no lograron recordar las tres experiencias de las que habían hablado antes.
Los niños con edades comprendidas entre 4 y 7 años mostraron recuerdos muy distintos en cada entrevista, la doctora asume que su memoria es muy vulnerable.
Mientras que los niños con edades entre 10 y 13 años describieron las mismas experiencias que dijeron en la primera entrevista.
La psicóloga agrega que perdemos recuerdos y eso causa que nuestra infancia “psicológica” comienza mucho más tarde que nuestra infancia real. Pero todavía se necesitan más investigaciones para determinar las causas precisas por las que olvidamos parte de nuestra niñez.
La neurogénesis (creación de neuronas) se realiza con alto nivel en los niños, su cerebro está en constante crecimiento, desde el nacimiento hasta los tres años dobla su tamaño. Puede ser que a partir de esa edad el crecimiento sea más lento y logren almacenar recuerdos para siempre.
A mi me alegra recordar casi toda mi infancia incluso antes de los 4 años. ¿Tú logras recordarla?
¡Comparte esta interesante información con tus amigos!