La nobleza en el corazón de los niños no tiene límites. Ellos son capaces de ver más allá de cualquier prejuicio de la sociedad, para poder ayudar a quienes más lo necesitan, o atraviesan por situaciones difíciles.
Esto fue lo que demostró un ejemplar pequeño brasileño, de solo 11 años de edad, a quien no le importó soportar las múltiples críticas de sus amigos, e incluso familiares, tras tomar la decisión de dejarse crecer el cabello durante todo un año.
La razón detrás del polémico compromiso que Pietro Augusto Alves Falcão tenía, no era más que poder ayudar a elaborar una peluca para uno de los muchos niños que pierden todo su cabello a causa del doloroso tratamiento para el cáncer.
Dejó de cortarse el cabello desde el 18 de enero del 2020
Fue hasta el pasado 4 de febrero que Pietro pudo acudir, lleno de gusto, a una peluquería para cortar los más de 20 centímetros de su cabellera. Ese momento le causó sentimientos encontrados, por un lado sentía mucho orgullo de sí mismo, pero también sabía que con ello pondría fin a los comentarios ofensivos que debía tolerar.
Aunque necesitó de mucha determinación para mantenerse fuerte a lo largo del año, Pietro sabía que estaba haciendo lo correcto y que su pesar no era comparable al que afronta un niño enfermo de cáncer.
“Empecé a ver varios videos de niños con cáncer y vi lo mucho que sufren. Muchos de ellos terminan muriendo, pero los que sobreviven pueden sufrir mucho cuando regresan a la escuela.
Las críticas que sufrí y que me entristecieron por un tiempo, ni siquiera se comparan con el pesar que sienten esos niños durante el tratamiento”, señaló el niño.
Al inicio, ni siquiera la madre de Pietro, llamada Suene de Melo Alves, creía en el noble objetivo de su hijo y le entristecía grandemente cuando las personas le llamaban “niña”. Pero, al ver su determinación, confirmó que su acción era sincera y decidió apoyarlo.
“Cuando supe que el propósito final sería ayudar a los niños con cáncer, me pareció una actitud muy hermosa. Hubo un momento en que estaba triste porque otros lo llamaban niña, pero él se mantuvo firme”, recuerda la madre de Pietro.
Cuando finalmente retiraron su larga cabellera, Suene no podía reconocer a su pequeño, pero estaba más que orgullosa de verlo realizar el sueño por el que tanto había luchado.
Es un gran ejemplo de empatía
Ahora, el cabello de Pietro se encuentra en las instalaciones del Hospital oncológico de Campo Grande, en espera de ser tratado y confeccionado en una peluca, antes de ser entregado a uno de los niños que reciben tratamiento en el lugar.
Es momento de dejar de criticar a las personas que deciden hacer algo para ayudar a las demás. Tomemos ejemplo de ellas para hacer de este mundo un lugar mucho mejor para todos los niños. Comparte esta emotiva historia.