Los niños son verdaderos ejemplos de pasión, de entrega y de cómo es que se debe hacer para creer que cualquier sueño es posible y que vale totalmente la pena luchar por lo que se desea, su carácter aspiracional es algo de lo que muchos adultos deberían aprender. Tal es el caso de un pequeño niño que vende dulces en la calle mientras aprovecha su tiempo para realizar sus tareas.
Juan Manuel, de 13 años, fue visto en una calle de Lima, Perú. El pequeño fue captado en la noche tras un banco en el que ofrece los dulces que vende, mientras hace sus deberes en el piso.
Ver a un niño en esa situación no era algo común, así que los medios locales decidieron conversar con él para saber cuál era su historia de vida.
El pequeño empresario declaró que no le gusta descuidar sus estudios porque cuando sea grande quiere ser un piloto.
“Quiero volar un avión, para poder estar en el aire y poder viajar. Me gustan muchas las alturas, y no descuido mis deberes para poder cumplir mi sueño, quiero aprender a volar y poder conocer París”, declaró Juan Manuel.
Las declaraciones de Juan Manuel dejan muy en claro que le gusta estudiar y esforzarse cada vez para poder ser mejor, además de tener el apoyo de un muy buen maestro.
“Mi profesor Manuel Rosas es el que nos enseña mejor en el colegio. Es divertido, tiene paciencia con todos sus alumnos y yo le tengo mucha confianza”, declaró Juan Manuel.
Juan Manuel es el mayor de cuatro hermanos y tiene claro que debe ser él quien les ponga el ejemplo de ser una buena persona y de ser responsable, además de que quiere ayudar a que ellos también sigan su sus sueños, por eso quiere aprender rápido a volar.
El pequeño no tiene servicio de Internet en su casa, y a pesar de que sabe que con esta herramienta podría avanzar más rápido, él quiere demostrar que puede hacerlo incluso sin ella, es por eso que se esfuerza tanto.
Juan Manuel es un pequeño empresario, estudiante dedicado y sonriente niño
“Qué pequeño tan increíble, no tengo ninguna duda de que cumplirá todos sus sueños y de que llegará muy lejos, más allá de París”, comentó un internauta.
Casi antes de terminar la entrevista el pequeño le invitó al reportero uno de los dulces que vendía, lo que además demuestra que tiene un gran corazón. ¡Más niños como este necesita el mundo!
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