Los abuelos son esos ángeles en la tierra que el universo nos envía para aprender el verdadero significado del amor y la entrega incondicional. Por eso, siempre debemos ser agradecidos con ellos y cuidar que su vejez sea la mejor posible.
Esto lo sabe bien un joven brasileño que fue dejado por sus padres al cuidado de sus abuelos, cuando solo tenía meses de nacido, y desde ese momento no ha hecho más que esforzarse por agradecer su amor.
Rafael Henrique Pereira tiene 14 años, es un cumplido estudiante y además trabaja desde los 10 años para apoyar a sus dos abuelos con los gastos del hogar. Tristemente, la pandemia por coronavirus afectó severamente los únicos ingresos fijos que los ancianos tenían y han tenido que padecer de muchas carencias.
Los abuelos viven del alquiler de una de sus propiedades, pero la crisis económica les afectó
Por si fuera poco, la única hija por la que la pareja es ayudada perdió su empleo y Rafael tuvo que asumir por completo la responsabilidad de alimentar a sus abuelos, así como pagar las facturas de servicios adeudadas.
Para cuidar de su familia, este joven sale todos los días de casa de sus abuelos, a las 6:00 am, en una vieja bicicleta donde transporta los bocadillos que elabora con mucha esperanza y que vende para conseguir ingresos.
Rafael ha trabajado desde los 10 años para ayudar en su hogar
El pequeño negocio de este joven marchaba bien, permitiéndole ganar hasta 13 dólares por día. No obstante, ha sido el coronavirus lo que ha mermado significativamente sus ingresos, al grado de no tener nada qué comer.
En medio de su desesperación, sin que sus abuelos puedan trabajar, ya que padecen de enfermedades crónicas como diabetes, depresión e hipertensión, Rafael acudió a las redes sociales en busca de ayuda.
La nevera de la familia de Rafael quedó vacía
“Tuve que pedir ayuda, no había otra salida. Realmente disfruto trabajando. A mi abuela no le gusta que trabaje mucho, pero lo hago de todos modos.
Siempre he ayudado en casa y nunca hemos pasado por una crisis como esta”, narró Rafael.
Afortunadamente, el llamado de auxilio de este joven no pasó desapercibido por miles de personas que reaccionaron mediante donaciones de dinero y alimentos para la familia. Además, Rafael también fue ayudado por una persona que reparó su bicicleta para que cuente con un medio digno para su trabajo.
Rafael sueña con convertirse en un gran empresario
Gracias a personas de buen corazón, Rafael y sus abuelos han recuperado la tranquilidad y la esperanza.
Este joven se mantiene estudiando arduamente tras su jornada laboral, con el deseo de poder tener un gran negocio algún día.
Sin duda, son más las personas buenas que están dispuestas a ayudar en medio de tanta calamidad. Súmate a ellas y comparte lo que te sea posible con los más necesitados.