En la vida ocurren cosas que a los ojos de mucho podrían parecer injustas, este es el pensamiento que alberga una humilde familia a quien el mar le ha arrebatado un ser querido. Se trataba del joven de solo 18 años Leandro Alves Dias quien perdió la vida en un paseo que le había hecho mucha ilusión: visitaría el mar por segunda y última vez en su vida.
El terrible accidente ocurrió este mes en la región de Boca da Barra en Itanhaém, en la costa de São Paulo.
Leandro viajó junto a sus familiares a la zona costera el 11 de mayo y estaría en el lugar por pocos días. La tarde del 13, cuando el viaje estaba a punto de terminar, su cuñado observó cómo el chico comenzó a ahogarse.
«Mi esposa estaba en la arena, y él estaba justo en los bajíos, el agua ni siquiera le cubría el pie. Se metió en un hoyo, se hundió y comenzó a ahogarse. Lo vi en el lugar y corrí para tratar de atrapar él. Me empecé a ahogar también, y una pareja que intentó atraparlo logró sacarme. No hubo tiempo”, recuerda Helbert, cuñado del adolescente.
Leandro desapareció alrededor de las 3:30 pm y aunque algunos bañistas intentaron socorrerlo, ninguno pudo hacer nada por él. El chico desapareció ante los ojos impávidos de su propia familia, quienes ahora reclaman por la falta de seguridad en el lugar.
Cuando el accidente ocurrió no había ningún bombero o salvavidas en la playa y la ayuda llegó un día después para recuperar el cuerpo del estudiante.
“No había bomberos en el lugar. No es una playa normal, pisas un poco y te hundes, el agua ya está en tu cabeza”, dijo Herbert.
Según relató el hombre, esa sería la segunda vez que Leandro visitaba el mar y estaba muy emocionado pero ese paseo familia se convirtió en una verdadera tragedia.
«Había ido una vez cuando era pequeño, estaba emocionado al llegar allí. No recordaba mucho [de la playa]”, puntualizó.
Las operaciones de rescate se extendieron por unos días, hasta que el cuerpo del joven fue hallado en Praia Grande. En ese momento la familia ya estaba de regreso en la capital y quedaron destrozados al corroborar lo que le había sucedido a Leandro.
Ahora, Herbert y su esposa exigen a las autoridades un monitoreo constante del lugar y la presencia de salvavidas que brinden protección a los bañistas. Estas personas saben que nada les devolverá al chico pero quieren evitar que otras familias pasen por el dolor al que ahora ellos se enfrentan.
La felicidad de este joven se esfumó en minutos, comparte esta noticia y envíale tus palabras de aliento a la familia.