Jaxon Emberton, de tres años, nació con una anomalía cromosómica conocida como síndrome de DiGeorge, un trastorno causado ante la ausencia de una pequeña parte del cromosoma 22 en el ADN.
Esto ocasiona un desarrollo deficiente en varios sistemas del cuerpo, quienes padecen el síndrome puede tener problemas de aprendizaje y de comportamiento, problemas cardíacos, en los huesos, músculos y articulaciones.
En niño fue atendido en el hospital Childrens of Alabama en Birmingham.
Este pequeño angelito, presenta varios problemas de salud, entre ellos, problemas con la vista. Sus padres Charles Emberton y Cassie Booth al principio les costó creer que su hijo tuviera problemas de visión cuando un médico les recomendó que Jaxon debía usar gafas.
Sin embargo, accedieron al tratamiento y cuando le colocaron sus nuevas gafas rápidamente comprendieron que su pequeño angelito no veía nada.
El pequeño sonrió de alegría al ver por primera vez a sus padres.
Las imágenes revelan al bebé sonriendo a sus padres Charles Emberton y Cassie Booth, en lo que posiblemente sea la primera vez que los vio con claridad, también contempla todo a su alrededor con cierta fascinación. Al respecto Charles destacó:
“Una vez que le pusimos las gafas, fue uno de los momentos más increíbles.
Ver su carita iluminarse cuando el mundo se abrió para él fue toda la confirmación que necesitábamos de que las gafas eran exactamente lo que requería. Su sonrisa ha capturado los corazones de muchos en las redes sociales.
Recuerdo que miré el vídeo al día siguiente y vi cuántas visitas ya había obtenido y quedamos anonadados. Es increíble leer todos los comentarios y ver cómo su sonrisa puede alegrar el día de alguien”.
Desde que nació Jaxon ha sido todo un guerrero, debido a su condición tuvo su primera cirugía de corazón abierto cuando solo tenía 11 días, seis semanas después fue intervenido por segunda vez.
Pasó el primer año de su vida en el hospital, y tendrá que someterse a dos cirugías más en el futuro. Si bien tiene un largo camino por recorrer, sus padres están felices de que ahora pueda contemplar todo lo que lo rodea. La madre niño agregó:
“Hasta hace poco, no teníamos idea de lo mala que era la vista de Jaxon. Se adaptó muy bien para alguien que realmente no podía ver nada, al menos con ningún tipo de claridad, más allá de su propia nariz. Mi corazón ha estado roto durante semanas desde que nos enteramos de su condición. ¡Hoy Jax tiene sus gafas, y por primera vez, puede ver su entorno! ¡Mi corazón esta tan feliz ahora mismo!”
Sus padres han abierto una campaña en GoFundMe para recaudar fondos para una silla de ruedas y todas las herramientas que necesitará a medida que crezca. Sin duda, un pequeño guerrero que desea una mejor calidad de vida.
En estos momentos difíciles cualquier aporte hace la diferencia. Si no puedes donar comparte esta historia para llegar a más corazones y hagamos cadena de oración por su salud.