Parece que, a pesar de los grandes avances tecnológicos que hemos tenido como sociedad, estar soltero por opción personal no suele estar demasiado bien aceptado. Nos obligan absurda y prejuiciosamente a estar en pareja.
Cuestionan a los solteros sin piedad. Tal es el caso de Emma Johnson, una mujer vista de reojo por muchos por permanecer soltera a sus 40 años. Sin embargo, esta dama tiene una gran personalidad y seguridad en sí misma y en sus preferencias, por lo que le resbala literalmente lo que la gente diga o piense de ella.
Emma asegura que no entiende por qué algunas personas se sienten en el derecho de “mostrarle lo que es mejor o no para ella». Sin hijos ni pareja que le ladren, ella vive su vida a plenitud y deja vivir la a los demás la de cada quien.
“Las opiniones de los demás me tiene sin cuidado. Sé lo que quiero y hacia dónde voy. Vivo y dejo vivir”, dijo Emma resueltamente y san tapujos.
No es de extrañarnos que su historia se difundiese a través de la publicación de su caso en las redes sociales de todo el mundo. De hecho, Emma se ha vuelto un ejemplo y una fuente de inspiración para muchas otras mujeres contemporáneas con ella quienes también se encuentran felizmente solteras.
“Emma es fuente de inspiración para quienes soñamos con un estilo de vida en el cual el amor propio y la libertad sean siempre la prioridad”, se expresó una internauta identificada con el caso de Emma Johnson.
Nuestra valiente y resuelta protagonista es, además, una gran escritora. De hecho, en su más reciente publicación titulada Self Contained, diserta acerca de las razones por las cuales tomó la decisión irrestricta de quedarse soltera.
Además, describe su vida en la universidad, aquella época en la cual creyó que repetiría la historia de amor de sus padres y varias amigas y encontraría a su príncipe azul, pero no fue así y está bien con ello, ya que la soltería optativa le ha enseñado a amarse a sí misma primero, de una manera que pocos entenderían.
Después de obtener su título de grado, salió con varios candidatos a pretendientes, pero ninguna de estas relaciones excedió los 2 meses. A algunos los dejó ella, otros le dijeron “arrivedervi Roma” a ella. Cuando cumplió 26 años de edad conoció a Matt, un tipo amable pero quien tampoco logró enamorarla.
Una vez que sus compañeros y amigos comenzaron a contraer matrimonio, según nos cuenta Emma no sufrió de esa ansiedad terrible que invade a muchas mujeres cuando ven que «se les está por pasar el último tren». Asumió que llegaría su tiempo y que, si no, pues estaría bien igual.
También habló de la preocupación que embargaba a su madre por su supuesta soledad. Incluso, le regaló una vez una suscripción para un sitio de citas. Dijo que este gesto de su madre no la ofendió para nada. Le vio el lado positivo y tan solo se limitó a darle las gracias por querer ayudar de alguna manera.
Sin embargo, la soltería no es el único tema al que Emma se ha tenido que enfrentar, pues la sociedad también la cuestiona sobre la maternidad. Sin embargo, su respuesta a las críticas dejó mudos a todos sus detractores. Aclaró que ni el matrimonio ni la maternidad son su deseo ni su prioridad.
Hemos escuchado hasta la saciedad eso de que el hombre y la mujer han de tener pareja por naturaleza, sin embargo, la historia de Emma nos recuerda que la vida es un ratito y que hay que vivirla como a nosotros nos plazca, siempre y cuando no dañemos la vida de terceros.