Mildred Wilson de 82 años, ha demostrado que tiene una gran fortaleza, recientemente ha completado una de las carreras de obstáculos más agotadoras del mundo. Tras triunfar en dos carreras de Tough Mudder, espera participar por tercera vez el año que viene.
Mildred es de Sikeston, Missouri, Estados Unidos.
Tough Mudder es una carrera de resistencia en la que los competidores deben pasar una serie de obstáculos que implican cruzar un baño de hielo gigante, medio kilómetro de barro, cuerdas flojas suspendidas sobre el agua, subir por una escalera de más de cuatro metros, entre otras pistas.
Mildred trabajó por muchos años en una empresa de máquinas expendedoras.
Mildred pese a su avanzada edad ha superado todos los obstáculos y terminado el recorrido de manera satisfactoria, asegura que está en condiciones para participar por tercera vez.
Su pasión por las carreras de resistencia comenzó cuando tenía 80 años de edad, la primera vez que participó fue en el 20019, fue necesaria una autorización de su médico para poder inscribirse en la carrera. Su hijo, Danny, de 47 años, fue quien la motivó a participar.
“A mi hijo le gustan los lodos difíciles, y fui como su equipo de apoyo un par de veces… Me preguntó si quería hacer uno de los locales y dije, ‘seguro’… Me gustó bastante la primera vez, así que cuando mi hijo me preguntó la segunda vez fue un sí fácil”. Dijo Mildred.
Esta primera ocasión culminó el recorrido con éxito, sin embargo, sus deseos de participar por segunda vez consecutiva se pospusieron debido a la pandemia del COVID-19.
Este año volvió a participar y demostró una vez más que su longevidad no afecta en nada su fuerza y resistencia.
La carrera se realizó el Día de la Madre, Mildred completó el recorrido en tres horas y siempre contó el apoyo de su hijo.
Hoy día, son unos de los participantes que más llaman la atención, trabajan en equipo y desbordan amor en cada carrera. Al respecto Mildred comentó:
“Fue genial hacerlo con mi hijo el Día de la Madre. Al principio estaba bastante nerviosa, pero una vez que salí al campo y comencé, fue genial. Había llovido mucho y eran como 15 centímetros de barro en el que se hundirían los pies, así que no podía correr porque era muy profundo… Realmente lo disfruté y no estaba tan cansada”.
Durante la primera carrera, Mildred contó con el apoyo de su esposo, Farrell, pero lamentablemente falleció el año pasado, por lo que decidió participar en el Tough Mudder por segunda vez en su memoria.
Su mensaje es alentar a los más jóvenes a realizar diferentes actividades, destaca que aunque no se puede hacer todo lo importante es intentarlo.
Longeva y muy fuerte, espera inspirar a otras personas a darse la oportunidad de enfrentar desafíos difíciles. Comparte su historia y animémonos hacer actividades que fortalezcan nuestro cuerpo y mente.