Siempre es buen momento para hacer realidad los sueños. Y esto lo sabe bien el Licenciado en Contaduría y Derecho, Valdomiro de Sousa, quien desde que trabajaba como ayudante de albañil quería estudiar medicina, pero era demasiado pobre para poder hacerlo.
Valdomiro ya tiene 87 años de edad, ahora es un gran empresario y además va en camino a cumplir su sueño que tiene desde niño: ser médico. Fue el pasado diciembre de 2020 que concluyó la mitad de la carrera de medicina.
La pobreza no le permitió estudiar medicina durante su juventud
“Tuve una vida muy dolorosa, era muy pobre, trabajaba como albañil, como sirviente. Trabajé en todo lo que puedo imaginar. Mejoré mis condiciones para poder pagar el curso de la universidad, logré organizarme estudiando y trabajando”, narra el trabajador anciano.
A pesar de haber trabajado como contador durante 10 años y como abogado durante 4, Valdomiro afirma que no encontró la felicidad en esas profesiones. Entonces, con su vida financiera ya estable, decidió volver a estudiar para poder ingresar al curso de medicina.
Pasó tres años haciendo exámenes de ingreso a la universidad, hasta que, a los 84, Valdomiro aprobó en una universidad privada en Goiânia, Brasil. Cada cuota mensual de la carrera en medicina tiene un coste de 1.500 dólares, pero nada vale más que alcanzar su gran meta.
“Fue muy difícil, pero es un sueño de muchos años, el sueño de niño, así que corrí tras él. Hasta el día de hoy, no me canso de admirar la profesión de médico”, relata Valdomiro.
Para celebrar la finalización de la mitad del curso, que, en total, dura seis años, este dulce anciano realizó una sesión de fotografías en donde se le puede ver como un “medio médico”, llevando solo la mitad de la bata.
La tenacidad y esfuerzo de Valdomiro no pasa desapercibida. Se ha convertido en todo un ejemplo a seguir para sus compañeros y al graduarse, a los 90 años, piensa continuar su formación con una especialización.
Es solo el inicio para su brillante carrera como médico
Debido a la pandemia, Valdomiro no ha ido presencialmente a la universidad. Forma parte del grupo de riesgo de coronavirus. Además de la edad, es diabético e hipertenso. Por tanto, no ha salido de su casa.
Por lo pronto, toma clases online, incluidos los exámenes, y cumple puntualmente con todas sus tareas escolares. Todo, para celebrar a lo grande su graduación que ya espera ansiosamente desde ahora.
«Debo graduarme con 90 años. Quiero hacer una gran fiesta, varios días de celebración. Le pido a Dios que me dé salud», concluye Valdomiro.
No cabe duda de que muy pronto este ejemplar ancianito logrará alcanzar su sueño y su esfuerzo será una fuente de inspiración para los demás.
Tú tampoco renuncies a tus sueños, por más imposibles que parezcan. No te vayas sin compartir.