El daño que el coronavirus ocasiona en los pulmones de los pacientes es de tal magnitud que sólo el 20% de los enfermos con COVID-19 que reciben ventilación logran sobrevivir.
Por ese motivo la recuperación que experimentó el padre de 43 años Mike DeWan, después de pasar 17 días conectados a un ventilador a causa del coronavirus ha despertado la esperanza ante un nuevo tratamiento.
Este hombre de Filadelfia, Estados Unidos, contrajo el virus a mediados de marzo, después de una cena de cumpleaños en la que compartió con su esposa, sus hijos, sus padres y sus suegros.
Todos terminaron contagiados de COVID-19 pero el señor DeWan fue quien presentó mayores complicaciones.
Su estado era tan grave que cuando fue ingresado en el Hospital Penn Presbyterian los médicos quedaron atónitos con el daño que presentaban sus pulmones.
«El neumonólogo entró y dijo: ‘Esta radiografía se ve mal’. Yo dije: ‘¿Mal? Tengo 43 años, no fumo, no tengo malos hábitos’. Y él dijo: ‘Tienes más probabilidades de empeorar que de mejorar’”, recordó DeWan.
Después del diagnóstico, el padre de cuatro chicas necesitó un respirador y su familia esperaba lo peor. La esposa de DeWan, Kelly, confesó que estaba preparando a sus hijas para lo peor ya que en varias oportunidades pensó que su esposo no lo lograría.
El Dr. William Short, quien estaba tratando a Mike, dijo que no había mucho que ofrecerle en ese momento, ese panorama era bastante desalentador».
Pero este médico, apasionado por su profesión, decidió tratar al señor DeWan con el medicamento antiviral remdesivir. Como el uso de este fármaco aún no está permitido en los Estados Unidos, Short tuvo que buscar un uso compasivo.
Después de 10 días de tratamiento, el padre de familia notó una gran mejoría y una semana más tarde logró respirar sin ventilador.
Todos pensaron que tendría el peor pronóstico, pero el doctor Short apostó por la vida.
“Pasé junto a su habitación y lo estaban sentando en una silla. Tuve que atender otro caso, regresé y lo vi sentado. Lo saludé con la mano, lo saludé, mostrándole que estaba feliz. Él simplemente siguió mirando, dándome un pulgar hacia arriba. No tenía idea de quién era yo”, dijo Short.
DeWan no solo logró volver a respirar sin el ventilador mecánico, sino que fue dado de alta del Penn Presbyterian durante el fin de semana.
El personal que le salvó la vida lo aplaudió el día en que recibió su alta y, aunque existen casos de más pacientes que han vencido el COVID-19, para el doctor Short todo esto ha sido gracias al remdesivir.
Este fármaco es el utilizado contra el ébola y actualmente se usa en diferentes países para contrarrestar los efectos del coronavirus.
La recuperación milagrosa de este hombre sería la primera en los Estados Unidos y el Dr. Short se ha convertido en uno de los defensores de ese medicamento para pacientes con el virus.
DeWan estuvo a punto de ser uno más de los fallecidos por la pandemia pero el tratamiento innovador lo salvó. Comparte esta historia y ayúdanos a que más personas conozcan su milagrosa recuperación.