A pesar de ser inocente, Jiangxi Zhang Yuhuan, un hombre de 52 años de edad natural de China, pasó varios años tras las rejas injustamente sentenciado a muerte, acusado por un crimen contra dos menores en 1993.
Con casi 27 años privado de libertad y 19 confinado en el corredor de la muerte, Zhang finalmente pudo abrazar a su madre después de que su caso fuera anulado recientemente. Las imágenes se hicieron públicas hace algunos días, y en ellas se muestra a un hombre roto por el aislamiento, llorando desconsoladamente sobre los hombros de su exesposa y de su madre.
En el vídeo se puede observar a Song Xiaonv, la exmujer de Zhang visiblemente conmocionada por el reencuentro, de hecho, tal fue su emoción que colapsó y tuvo que ser llevada de emergencia desde su aldea rural de Zhangjia, en el condado de Jinxian, China, hasta un hospital cercano para estabilizarla.
“Entré en shock al verlo de nuevo. Nunca pensé que podría volver a abrazarlo. Es un verdadero milagro”, dijo la mujer, conmovida.
Y es que, a pesar de que la pareja decidió optar por el divorcio en 2001, ya que no había garantía de que Zhang fuese liberado, Xiaonv lo apoyó durante todo su encierro. En otro momento del video, también se puede ver a Zhang llorando y abrazando a su hijo menor, que era solo un niño cuando este fue arrestado.
Su hijo mayor tenía cuatro años, pero lo cierto es que, desde su detención ningún miembro de la familia perdió la esperanza y en conjunto apelaron repetidamente contra el fallo de la corte, hasta que la libertad fue por fin una realidad.
El 04 de agosto pasado el Tribunal Superior Popular Provincial de Jiangxi retiró su sentencia de muerte suspendida.
El juzgado dio un giro de 180 grados después de analizar y cuestionar la autenticidad de las confesiones de Zhang. Aparentemente el hombre fue obligado mediante la fuerza a admitir un crimen que no cometió. El juez responsable confirmó finalmente la ausencia de pruebas que demostraran la culpabilidad del quincuagenario en los terribles hechos.
“Después de revisar los materiales, descubrimos que no hay evidencia directa que pueda probar la condena de Zhang, así que aceptamos la sugerencia de los fiscales y declaramos inocente al acusado”, señaló el juez de la causa.
Además, el Tribunal Superior señaló que los funcionarios del mismo involucrados le habrían ofrecido disculpas públicamente a Zhang por la injusticia cometida, así como le informaron de su derecho a solicitar una compensación al Estado chino por el error judicial que le costó 27 años de su vida, y que casi le hace perderla por completo.
Por su parte, Wang Fei, abogado de Zhang dijo que estaban en el proceso de discutir una cantidad aceptable de dinero para que les sea retribuido, y agregó que planean responsabilizar legalmente a quienes actuaron contra la justicia en el caso.
Aún no está claro quién o quiénes fueron los responsables del delito de hace casi tres décadas, pero para Zhang hoy hay un nuevo despertar. Lo hermoso de la vida es, precisamente que siempre nos otorga una segunda oportunidad.
En cualquier momento puede sorprendernos con un segundo aire más fresco que respirar, dándonos la posibilidad de intentar algo una vez más, de reinventarnos a nosotros mismos y empezar de nuevo.
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