James Gifford, un fotógrafo de 41 años del Reino Unido, que vive en Botswana, logró capturar el enternecedor momento cuando Ndeze, una gorila, abraza emotivamente a André Bauma, un trabajador del Parque Nacional Virunga en la República Democrática del Congo.
Realmente esta imagen es la máxima expresión de amor.
James fue gratamente sorprendido por el vínculo especial entre los gorilas y André. No podía creer lo que estaba viendo, hasta el punto de bajar la cámara para concentrarse en tan especial momento.
Este fotógrafo fue testigo de los gestos de amor que no sólo esta gorila le manifestó a este gran hombre amante de los animales, sino de los otros dos gorilas, Ndakas, quien es otra hembra y un macho que lleva por nombre Matabishi.
«André pasó tiempo preparándose y comunicándose con los gorilas. Su relación es de mucho tacto”.
James narró que estas gorilas hembras quedaron huérfanas tras la muerte de nueve gorilas de montaña en peligro de extinción por las fuerzas rebeldes en el 2007, y los bebés fueron criados por André.
Este grupo de tres amorosos no repara en demostrar el amor que sienten por su amigo humano. Los abrazos entre ellos son muy frecuentes.
«En un momento, uno de los gorilas envolvió a André en un gran y cariñoso abrazo”.
Después de un rato, los gorilas le indicaron a André que ya era hora de regresar para dormir y en un instante intentaron saltar sobre la espalda de este guarda parque para que los llevara cargados.
«Con una gran sonrisa, logró persuadirlos para que se bajaran y mientras caminaba erguido, uno le tomó la mano y se lo llevó».
Definitivamente, este hombre ha hecho un gran trabajo con la crianza de estos animales, quienes experimentaron el dolor del abandono desde que eran muy pequeños.
André ha creado un estrecho vínculo con estos gorilas que se ha fortalecido con el tiempo. Tras una década de relación directa con Ndeze y Ndakaslas, las sigue cuidando como si fueran sus hijas.
«La relación entre ellos es muy notable. Viéndolos interactuar, inmediatamente te das cuenta de cuánto aman y respetan los gorilas a André”.
Este hombre es como el macho alfa dentro del grupo. André controla el comportamiento de estos animales y también sabe imponer los límites cuando es necesario.
Realmente este trabajador ejerce un rol que no es nada fácil por la diferencia entre las fuerzas de cada uno.
André y Ndeze parecen padre e hija, realmente se sienten muy felices juntos. Comparte estas encantadoras fotografías con tus amigos.