Terroríficas imágenes nos muestran la cruda realidad del éxodo masivo de un pueblo entero, perseguidos por la discriminación racial y religiosa.
Los Rohingya huyen despavoridos de su país natal víctimas del odio y el racismo mientras que el mundo entero mira impávido su dolor.
Una foto que ha impactado al mundo entero es la de esta madre sollozando con su recién nacido en brazos. El pequeño falleció durante su travesía.
Este aterrador suceso ha sacudido al mundo entero mientras que la realidad de los refugiados se recrudece cada día más en todas las regiones del mundo.
Hace meses fueron las imágenes del pequeño sirio de 3 años Aylan Kurdi quien fuera arrastrado a la orilla de una playa griega tras el naufragio de la embarcación donde navegaba.
Similar al caso Sirio los desplazados Rohingya huyen en embarcaciones sobrecargadas e improvisadas a través del río Naf
Originarios de Myanmar, los Rohingya son una minoría musulmana que se encuentra bajo ataque ante lo que se ha denominado claramente como una “limpieza social”.
Devastadores y sangrientos ataques de guerrillas dirigidas directamente contra este grupo étnico desde agosto han obligado a más de 400.000 personas a escapar de su tierra natal.
Este grupo étnico ha sido perseguido por la mayoría budista de su país desde hace mucho tiempo y son tratados como terroristas por sus afiliaciones religiosas.
Las fotos fueron tomadas en la playa la ciudad de Cox’s Bazar de por el fotógrafo Dar Yasin.
Él recuenta que caminaba por la playa cuando escuchó una conmoción que atraía a muchas personas, un barco que transportaba refugiados se había volteado.
Varias mujeres yacían inconscientes en la playa, otras más estaban en estado grave y una de ellas las consolaba.
Pero entonces esa misma mujer comenzó a sollozar mientras su marido se aproximaba sujetando a uno de sus hijos gemelos fallecidos en el incidente.
El bote se volcó apenas a unos metros de la orilla pero aún así era demasiado lejos y profundo para salvar a Abdul Masood, su pequeño de 40 días de nacido.
El bote en el que viajaba huía transportando a 45 miembros de la misma familia
Era uno más de los cientos que transportan refugiados cada día hacia Bangladesh.
Khin Zaw Win, antiguo preso político de la dictadura de Myanmar atribuye los hechos a los años de adoctrinamiento que los gobiernos militares dejaron como legado en su país.
El último y terrible brote de violencia se debe a una serie de enfrentamientos entre el pueblo Rohingya y los militares de Myanmar que los acusan de contar con respaldo terrorista.
La líder del país se ha referido a ellos como inmigrantes ilegales a pesar de su documentada presencia desde hace siglos en las tierras de Myanmar.
Ganando el apoyo local Aung San Suu Kyi, ganadora del premio Nobel de la Paz sacrifica su popularidad internacional con un discurso que apela directamente a los prejuicios que han existido por años contra el pueblo Rohingya.
Los refugiados viven en precarias chozas y su condición está empeorando al llegar la temporada de monzones a la zona.
El estatus legal de estas personas es similar al de los sudafricanos durante el apartheid.
Es increíble que hoy en día en el mundo que vivimos volvamos a presenciar el surgimiento de guetos y rejas como medidas de control social por el miedo y la discriminación.
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