¿Eres fanático de las ofertas y compras por Internet? Pues, te aseguro que después de leer esta historia lo pensarás dos veces antes de realizar una compra en línea, especialmente si se trata de algún dispositivo electrónico que suponga un alto precio económico.
Admitámoslo, no hay nada más cómodo que comprar lo que desees sin tener que salir de casa, con tan solo un clic de por medio. Pero, lamentablemente, realizar compras en Internet sin tener el aval de una plataforma confiable no es del todo seguro, debido a que nunca sabes qué vas a encontrarte al abrir tu paquete. Como sucedió a un hombre brasileño.
Renato César Romualdo de Menezes, residente y trabajador autónomo de Lins, Zona Norte de Río, reunió con mucho esfuerzo ahorros para poder realizar un gran regalo a su amada esposa, algo que ella ansiaba con todo su corazón.
Solo quería darle un regalo a su esposa
Actualmente, tener un teléfono es más que un lujo, es un aparato necesario que puede simplificar la vida de una persona y ayudarla a romper todas las fronteras de la productividad.
Esto es lo que quería darle Renato a su esposa, un teléfono de última generación que le robara un suspiro, su intención era sorprenderla regalándole algo que anhelaba mucho.
Este abnegado esposo ya podía imaginarse la emotiva reacción que tendría su esposa al ver su obsequio, pero lo peor estaba a punto de suceder. Abrió el paquete cuidadosamente para no dañar el interior; ahí estaba la brillante caja negra con lo que supuestamente sería un reluciente teléfono completamente nuevo, pero al parecer no habían incluido más que la caja del producto.
Al abrir la caja, no encontró el objeto que había solicitado a la tienda Casa Bahía, sino una yuca, especie de tubérculo, colocada en el espacio correspondiente al teléfono.
“Estamos ante una yuca. Sin el teléfono”, dijo el decepcionado esposo.
Como es natural, la esposa de Renato estaba inconsolable al no tener el teléfono que tanto necesitaba para sus labores de trabajo. Parecía que el destino le estaba jugando una broma de mal gusto, era como una pesadilla de la que no podía despertar.
“Cuando cortamos el paquete, la caja estaba entreabierta. En lugar del teléfono, estaba la yuca. Esto parece una broma, pero es algo serio. ¿Entonces, qué podía hacer? Mi esposa se quedó sin teléfono”, lamentó Renato.
Este hombre, que seguramente no volverá a comprar en esa tienda, ya se puso en contacto con la empresa correspondiente y se está averiguando qué sucedió con el teléfono de su esposa. Esperemos que todo resulte a su favor y que pueda dar el obsequio que tanto deseó al amor de su vida.
Casos como este nos recuerdan la importancia de ser responsables al comprar en línea, por más fácil que parezca, para no terminar siendo objetos de estafas y perdiendo el dinero que se consigue con mucho esfuerzo.
No te vayas sin compartir este insólito caso con todos tus amigos y coméntanos si alguna vez te ha sucedido algo semejante al comprar por Internet.