Lo que parecían unas divertidas vacaciones familiares se convirtieron en una completa pesadilla cuando un niño de dos años perdió su vida a causa de un accidente fatal.
El junio de 2018, la familia de James Manning se encontraba en un complejo turístico cuando el pequeño presentó dificultades para respirar.
Jame de Battle en East Sussex, Inglaterra, se atoró a causa de un trozo de carne procesada y murió en el Hospital General de Southampton el verano pasado.
El 06 de junio de 2018, el pequeño estaba con su madre Natalie Reeves y su abuela disfrutando de la comida en uno de los restaurantes Butlins Bognor Regis cuando se atoró con una salchicha.
Al parecer un agrandamiento en sus amígdalas le indujo el ahogamiento, en el momento en el que el embutido se atoró en su garganta.
Tras meses de tan lamentable pérdida, el 06 de enero los padres de James y sus abuelas acudieron al juzgado para una audiencia de investigación completa.
Durante la jornada, la familia debió escuchar las declaraciones de los paramédicos y patólogos que atendieron al pequeño.
Los fiscales intentan encontrar la responsabilidad del restaurante en este caso, si se trató de un accidente fatal o incluso de negligencia debido a la condición médica preexistente en el pequeño.
Al parecer, en el momento en que ocurrió el episodio de asfixia el personal del lugar no prestó la ayuda necesaria y se teme que haya sido por falta de capacitación.
Según la madre, los empleados del campamento no hicieron nada por ayudar a su hijo y la ayuda médica se retrasó unos minutos.
Aunque el pequeño falleció en el hospital, se intenta descubrir si su destino pudo haber sido diferente en caso de haber recibido la ayuda necesaria en el momento indicado.
“Una de las cosas clave que no tenemos son las políticas y procedimientos de Butlin’s con respecto al acceso a los servicios de emergencia, emergencias médicas y primeros auxilios.
No hemos visto nada sobre capacitación ni nada sobre esos asuntos«, dijo Coke-Smyth, abogado de Natalie.
Natalie Reeves continuará en la lucha contra los que ella considera que son responsables de la muerte de James.
En la audiencia, la patóloga pediátrica y consultora, Dra. Samantha Holden, confirmó la causa de muerte de James como lesiones cerebrales isquémicas hipóxicas o falta de oxígeno en el cerebro, causadas por un paro cardíaco después de asfixia.
En la sesión no se han determinado las responsabilidades dentro de este caso, se espera que la investigación continúe en los próximos meses.
Mientras esto ocurre la familia intenta recuperarse del dolor por la pérdida de su pequeño, esperamos que dentro del proceso puedan encontrar la fortaleza para llegar hasta el fondo del asunto y que eso pueda brindarles un poco de paz.
No te vayas sin compartir este caso, ayúdanos a denunciar esta tragedia. Ninguna vida debería perderse por este tipo de negligencias.