Elena Mikhailovna es una abuela de 92 años de edad, originaria de Krasnoyarsk, Rusia, para quien la edad definitivamente no es más que un número.
En lugar de quedarse en su casa disfrutando de los años de su vejez y de la tranquilidad del hogar, para ella fue todo lo contrario.
Decidió gastar todo el dinero de su jubilación para cumplir el sueño de su vida: viajar por el mundo.
Lo curioso es que lo hace sólo con su bastón, una mochila y totalmente sola, porque ella se basta a sí misma, y si no maneja el idioma de algún lugar, está convencida de que siempre funcionará el lenguaje universal, el de las señas.
Desde que tenía 83 años decidió que debía dar un giro a su vida y acudió a una agente de viajes, que desde entonces se convirtió en su asistente personal y programa junto a ella cada nueva y exótica aventura.
Ha visitado países como: Alemania, Turquía, Polonia, Israel y República Checa, Vietnam…
Elena es una mujer que no se detiene ante nada, a pesar de su duro pasado. Nacida en 1927, es sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial y creció huérfana. Se casó con un militar, y la relación que tuvo con él fue un verdadero calvario, llena de atropellos y faltas de respeto. Hasta que tras enviudar decidió darse una segunda oportunidad.
Ahora se dedica a disfrutar del mundo que tiene por delante, y está dispuesta a vivir todas las aventuras inesperadas que le depare el destino en todos los países que le faltan por conocer aún.
En cada destino no deja de entablar conversaciones con lugareños y turistas para contarles sus increíbles historias de vida.
Fue así como justo en uno de sus viajes a Vietnam, se encontró con una mujer llamada Ekaterina Papina, quien impactada de ver el increíble estado de la anciana comenzó a compartir sus fotos en Facebook, y a partir de allí Baba Lena, como es conocida la adorable anciana, ha causado furor en las redes sociales.
Baba Lena es una fuente de inspiración para todo el que la conoce.
La anciana ya ha viajado más de 7.000 kilómetros y todavía tiene vitalidad para más.
«Elena se defiende sin problemas: viaja sólo con un bastón (¡y una mochila!), siempre cuenta con alguien que se ofrezca para echarle una mano y realmente se atreve a todo tipo de actividades», relató por su parte su agente personal de viajes.
Viajes en camello y en moto, subidas a las alturas, baños en el agua de mar, comidas exóticas y una de sus últimas aventuras fue la más extrema de todas: se atrevió a lanzarse en paracaídas.
“Yo estaba en Mũi Né. La naturaleza es tan hermosa, la fruta es tan sabrosa y la gente es amable y muy sociable. Aunque en el hotel donde me alojé, ninguno de los empleados hablaba ruso, de alguna manera logré hacer todo”, cuenta Elena.
Pero para ella la aventura apenas ha comenzado…
Entre sus planes está conocer España e Italia, y su vida es una prueba de que nunca es tarde para cumplir los sueños. Cuando no está viajando vive sola y tiene dos nietos a los que ama.
Comparte la historia de esta impresionante mujer para quien la edad no es más que un número.