La abuela del joven que causó el trágico hecho de la escuela primaria el pasado 24 de mayo, no podrá hablar de nuevo.
El autor de la tragedia de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, atentó contra su abuela de 66 años antes de perpetrar el acto que dejó el lamentable saldo de 21 personas fallecidas entre las que hay 19 niños y 2 maestras.
Ramos, de 18 años, apuntó contra su abuela en la mandíbula tras tener una discusión en su vivienda. Después de eso, se dirigió a la escuela primaria a ejecutar lo que había advertido en publicaciones en sus redes sociales.
Tristemente, nadie pudo percatarse de que tenía un plan de esa magnitud para actuar a tiempo y detenerlo.
Hoy, una semana después del hecho que conmocionó al mundo, comenzaron los funerales de las víctimas con numerosas muestras de amor de sus familiares y de toda la comunidad.
Los medios de comunicación locales han ofrecido información acerca del estado de salud de la abuela del joven, se trata de Celia González, de 66 años, quien perdió todas sus piezas dentales por las lesiones que sufrió.
La abuela se comunica con su familia esforzándose para escribir
Fue necesario someterla a varias operaciones y los médicos tienen programadas muchas intervenciones quirúrgicas más.
El esposo de Celia, Rolando Reyes, relató que la mujer está consciente.
“Está despierta y todo, pero tiene dolor. Ella tiene un cuaderno en el que escribe lo que está tratando de decir, pero cuando no podemos descifrarlo se frustra”, dijo Rolando.
Según el pronóstico de los médicos, Celia no podrá recuperar el habla como consecuencia de las lesiones que le causó su nieto.
Lo más probable es que la pérdida del habla sea irreversible. Ella y su esposo actuaron con valentía después de lo ocurrido, y los embarga el dolor de todas las familias que hoy se despiden de sus seres amados, de esos niños inocentes cuyas vidas se apagaron injusta y prematuramente.
Sally, como cariñosamente apodan a Celia, permanecerá durante un tiempo indefinido ingresada en un hospital donde recibe la atención necesaria.
Salvador se estaba quedando en la casa de sus abuelos, Celia y Rolando, desde hace tres meses vivía con ellos sin que pudieran prevenir lo que estaba planeando.
Uno de los vecinos de los abuelos del autor de la tragedia, identificado como Eduardo Trinidad, relató que pudo escuchar una fuerte discusión presuntamente porque él no iba a graduarse de la secundaria.
Minutos después, la casa de los abuelos estaba marcada por su acto deplorable, y los vecinos, amigos y familiares ayudaron a Rolando a limpiar.