En las situaciones menos esperadas nos podemos enterar de cosas nada agradables y que jamás nos hubiéramos imaginado, y eso fue lo que le ocurrió a una mujer en Brasil. Cuando su esposo le avisó que estaba enfermo de COVID, se enfrentó a una realidad que no esperaba.
Creía que su matrimonio era perfecto
Los hechos ocurrieron de la siguiente manera, la noche del miércoles 31 de marzo una mujer de 48 años y esposa durante veinte años de un bombero, con quien tenía una hija, recibió una llamada telefónica del amor de su vida informándole que tenía coronavirusy que buscaría atención médica, pero que no hacía falta que ella fuera al hospital, porque estaba mejor.
En ese instante la mujer se encontraba en su trabajo y estaba muy preocupada. No quería perder tiempo, salió rápidamente y se dirigió al encuentro de su esposo, quería llegar lo más rápido posible para estar a su lado. Llegó al hospital privado en Campo Grande, en Mato Grosso do Sul y preguntó en la recepción dónde se encontraba su marido.
«Está acompañado por su novia», le respondieron en el lugar.
La extraña respuesta la tomó de sorpresa, no podía entender lo que estaba ocurriendo, también le informaron que el hombre estaba empeorando y podría ser intubado.
Sin nada que pudiera hacer, esperó el momento de poder mirar a la cara a la supuesta novia para saber de quién se trataba, y la sorpresa fue aún mayor porque era una amiga de ella.
Cuando se lo permitieron llegó ante su esposo y le preguntó sobre lo que estaba pasando y contrario a lo que suele ocurrir, el hombre le habló directo a la cara de la manera más tranquila y desenfadada. Por lo visto, no estaba dispuesto a seguir ocultando a su amante.
“A partir de hoy, ella se encargará de mis cosas. Puedes irte, cuida tu vida”, fueron las palabras que le dirigió su esposo.
La mujer no salía de su asombro y cuando preguntó por las pertenencias de su esposo los empleados del hospital le dijeron que la mujer que estaba con él tenía todos sus documentos, incluyendo sus tarjetas bancarias y teléfono móvil.
Muy molesta por lo sucedido se dirigió al Centro Comunitario de Emergencias (Depac) donde su caso se registró como preservación de derechos por tratarse de un hecho delictivo atípico, es decir que realmente no es considerado un delito.
La mujer engañada desconoce cuál es el estado de salud actual de su expareja, pues únicamente quiere olvidar la amarga experiencia y recuperar los años perdidos a su lado.
Sin duda, el COVID-19 ha traído secuelas en todos los ámbitos de la vida. Por eso, siempre se debe actuar correctamente.
Comparte esta inusual noticia con todos tus amigos, lo mejor es comunicarse, y ser honestos para no llegar a estos extremos tan desagradables.