El vínculo de amor de una mamá con su hijo es uno de los más fuertes y siempre prevalece a pesar de la distancia y condiciones. No hay sentimientos que se puedan comparar con el amor que siente una madre por sus hijos, a quienes a pesar del tiempo siempre procuran proteger y cuidar.
Ada Keating, de 98 años, se ha convertido en protagonista de muchas publicaciones en las redes después de que saliera a la luz el emotivo gesto que tuvo con su hijo Tom, de 80 años.
Tom Keating es un residente de Moss View, una residencia de ancianos ubicada en Huyton, Liverpool. En 2016 debido a complicaciones de salud requirió apoyo adicional. Un año después, su madre, a pesar de rondar casi el siglo de vida, decidió mudarse a la residencia de ancianos donde permanecía su hijo mayor para así estar muy cerca de él y cuidarlo.
Para una mamá un hijo siempre seguirá siendo «su pequeño»
Ada y Tom son originarios de Wavertree, un distrito de la ciudad de Liverpool y su vínculo es tan fuerte que la mujer quiso pasar sus últimos años con él. De hecho, Tom nunca se casó y desde siempre ha vivido con su madre.
¡Nunca dejas de ser mamá!”, dijo Ada.
Los cuidadores de la institución y todo el personal siguen muy de cerca la particular historia de esta familia.
Y es que, el lazo entre los padres e hijos es tan indestructible, que se convierte en una relación para toda la vida. Es un vínculo de amor, compromiso, lealtad y de apoyo cuando más se necesiten el uno al otro. Y el caso de Ada es un ejemplo de hasta dónde puede llegar el amor de una madre.
Tom y Ada pasan sus días jugando juegos de mesa, charlando con el personal y viendo programas de televisión. Como pasan mucho tiempo juntos, ya tiene una rutina, son inseparables y tienen una relación más que especial.
Cada noche, Ada va a la habitación de Tom para darle las buenas noches y por las mañanas le da los buenos días. Asegura que no importa la edad, jamás deja de ser madre.
«Le doy las buenas noches a Tom en su cuarto cada noche y al día siguiente le digo buenos días, voy a desayunar y después él me busca», declaró Ada.
«Estoy feliz de ver a mi madre todos los días ahora que vive aquí. Ella es muy buena cuidándome”, dijo Tom.
A pesar de que él tiene 80 años, su madre todavía le llama la atención, y le dice que se comporte bien.
Ada y su fallecido esposo Harry, tuvieron cuatro hijos: Tom, Margi, Janet y Barbara, que murió cuando tenía 13 años.
Fueron ocho décadas en donde la mujer fue una madre devota y el pilar de la familia Keating.
El resto de la familia los visita seguido y dicen que los ven muy felices, sanos y tranquilos.
Aseguran que están felices de saber que puedan convivir juntos conociendo el amor tan grande que se tienen, Ada está muy contenta de brindarle su cariño a su hijo y de pasar los días a su lado, así como él agradece la presencia de su amada madre.
Philip Daniels es uno de los cuidadores de la residencia, y comentó:
«Es muy conmovedor ver la estrecha relación que tienen Tom y Ada, estamos muy contentos de ser capaces de velar por sus intereses en las mejores condiciones posibles».