Una niña de apenas 9 años regresaba de la escuela cuando fue sorpresivamente interceptada por un sujeto, que se trataba nada menos que de un violador de 50 años con serios antecedentes.
Es la pesadilla de todo padre y lo que absolutamente ninguna menor tendría que pasar.
Los hechos tuvieron lugar en un suburbio de Irkutsk, una de las ciudades más pobladas de Siberia (Rusia).
La pequeña fue introducida a la fuerza en el coche del sujeto, que tenía claras intenciones de abusar de ella sexualmente. Al darse cuenta que nada bueno quería de ella empezó a gritar tan fuerte como pudo.
La pequeña fue secuestrada por un pederasta en plena calle.
Las imágenes de las cámaras de seguridad que fueron publicadas por la Policía Local revelan el momento en que el violador encapuchado, toma a la pequeña y tras aplicar la fuerza para meterla en auto, arranca y huye a toda velocidad.
Pero para fortuna de la niña, un héroe «vestido de adolescente», se percató del terrible peligro y no dudó en intervenir de inmediato.
Vyacheslav Doroshenko, de 16 años, corrió hacia a otro coche aparcado, donde estaba un conductor, Gleb Sizykh,de 28, que era el único ser que estaba en la escena que podía ayudarlo en su desesperado intento de salvar a la niña.
«Vi como el hombre obligaba a la niña a subir a un coche. Rápidamente me di la vuelta y vi a una persona adulta, corrí hacia él y le conté lo que había pasado. Inmediatamente después corrimos hacia el coche del secuestrador”, explicó Vyacheslav a los medios locales rusos.
Inmediatamente, el joven se subió al coche de Gleb y juntos persiguieron al vehículo del pederasta. Afortunadamente, llegaron hasta un callejón sin salida donde le pudieron cerrar el paso hasta que el sujeto no tuvo otra opción que liberar a la niña con la mejor excusa que encontró:
“Lo siento amigo, pensé que era mi hermanita, debo haberme equivocado”, le dio el violador a Vyacheslav.
Por supuesto que era la peor mentira, pero en ese momento tanto Gleb como Vyacheslav estaban tan aturdidos y su único objetivo era rescatar a la pequeña que dejaron escapar al criminal y no llamaron a la policía.
“La niña estaba muy asustada y no sabíamos cómo acercarnos a ella. Le dimos un móvil y la pequeña pudo llamar a su madre»,contó Gleb.
Pero gracias a la descripción que ambos pudieron dar a las autoridades, tan solo 1 hora después, el sujeto era detenido. Había cumplido dos condenas por delitos de abuso sexual desde el año 2001, siendo liberado de prisión en marzo de 2017.
Ahora ha sido acusado por intento de secuestro y se enfrenta a una pena de prisión de 5 a 12 años.
Mientras que la niña y su familia están recibiendo todo el apoyo psicológico que requieren.
Las autoridades decidieron premiar el heroismo de Gleb y Vyacheslav y los condecoraron con una medalla de la ciudad.
Comparte esta noticia para visibilizar el drama de tantas niñas víctimas de abusos sexuales. Es grandioso que esta historia haya podido terminar tan bien gracias a estos héroes, ojalá otras corrieran la misma suerte.