Kellie Travers-Stafford y Michael Stafford, son una pareja de Texas, Estados Unidos, que un año atrás atravesaron la experiencia más dura de sus vidas, aquella por la que ningún padre debería pasar: perdieron a su hija Lexi Ryann, de 15 años de edad.
Lexi murió después de comer lo que ella creía que era una galleta de chocolate común.
Lexi padecía una alergia severa a los cacahuetes, una afección que condicionó su vida desde que tenía 10 meses de nacida. La pequeña aprendió a convivir con esa limitación, sabiendo que si tan solo llegaba a probar una milésima de un resto de ese componente, podría ser mortal. Sin embargo, aprendió a manejarse, pero tristemente un mínimo descuido acabó con su vida.
Ahora recientemente su madre Kellie ha aprovechado para hablar sobre su caso a través de una desgarradora publicación, ya que mayo es el mes dedicado a la creación de conciencia sobre las alergias.
Todo terminó en tragedia la noche del 25 de junio de 2018, cuando Lexi fue a casa de un amigo.
La mala elección de Lexi resultó ser mortal
Lexi no se percató que esa presentación de Chips Ahoy exclusivamente estaba hecha a base de los chocolates de la marca Reese, cuyo componente esencial es el cacahuete. No fue capaz de darse cuenta que se trataba de otro envase, porque aparentemente era el mismo al que estaba acostumbrada a ingerir.
En cuestión de segundos sintió un hormigueo en la boca y entendió que debía ir a casa de inmediato para pedir ayuda. Pero no le dio tiempo, su estado empeoró y le dio un shock anafiláctico.
Sus padres le administraron la medicación acostumbrada: 2 inyecciones de epinefrina, mientras esperaban la llegada de los paramédicos, pero ya fue muy tarde. Lexi se quedó inconsciente y dejó de respirar. Habían pasado 90 minutos desde que ingirió la galleta hasta que falleció.
“Como una madre que le enseñé obsesivamente lo que estaba bien ingerir y lo que no, me siento perdida y enojada porque conocía sus límites y era consciente de lo que era un etiquetado familiar, sabía lo que era seguro”, dijo su madre.
“Una pequeña indicación adicional en la solapa retirada en un paquete rojo familiar no fue suficiente para decirle que las galletas ‘contenían cacahuete’ antes de que fuera demasiado tarde”, continuó.
Si bien pudo ser un error de la niña, la madre ha instado a la marca a que realice los cambios necesarios en sus empaques con rótulos más visibles para que ningún padre tenga que pasar por la misma tragedia.
“Nos tomamos los alergenos muy en serio. Chewy Chips Ahoy hechos con Reese`s y su componente de mantequilla de cacahuete muestra claramente que lo contiente a través de palabras y elementos visuales. El color del paquete indica Masticable u Original. Los consumidores siempre deben leer la etiqueta para obtener información sobre alergias”, escribió la empresa en las redes.
Sin embargo, otros usarios en las redes defendieron a Kellie diciendo que las etiquetas no están del todo claras, y que se trata de una niña que pudo fácilmente no haberlo identificado. Pero hasta el momento la respuesta de la marca ha sido inexistente.
En una publicación posterior, Kellie aclaró que Lexi había tenido neumonía unas semanas antes del incidente. Y que nadie le dijo que aparentemente habría sido decisivo para que la epinefrina no actuara en lo absoluto ante la crisis alérgica que presentó.
«CUALQUIER enfermedad si el sistema inmunológico está o ha estado comprometido, la epinefrina no es tan efectiva», enfatizó.
Comparte esta dura experiencia para que sirva de advertencia para muchos padres, podría salvar una vida.