Hace un tiempo, Pam Willis pensó no tendría más hijos. Ella y su esposo habían tenido 5 hijos y todos se habían convertido en unos adultos exitosos.
Los dedicados padres estaban planificando su retiro cuando se encontraron con una publicación en Facebook que cambió sus vidas para siempre.
Se trataba de la noticia de un trágico accidente: una pareja había perdido la vida en un accidente automovilístico y sus siete hijos habían quedados completamente solos.
Los niños habían pasado a formar parte del sistema de acogida del estado pero la trabajadora social soñaba con encontrar una familia con un enorme corazón dispuesta a adoptarlos a todos.
Desde el primer instante, Pam supo que estaba destinada a ayudarlos. Sin embargo, era una decisión muy importante que debía tomarse con mucha delicadeza. Pam consultó a su esposo y pensó que su respuesta sería pensar que ella se había vuelto loca.
Sin embargo, lo que sucedió fue todo lo contrario.
“Si no los adoptábamos nosotros ¿Quién lo haría? No puedo explicarlo pero supe que yo debía ser la mamá de esos niños”, dijo Pam.
Una vez tomada la decisión, Pam y Gary se pusieron en contacto con los niños para conocerlos. A través de varias visitas y de algunas charlas con la trabajadora social, comprendieron que la situación sería todo un reto.
Perder a sus padres y pasar por diferentes hogares de acogida había resultado en experiencias verdaderamente traumáticas.
Una de las hermanas tenía tan sólo 7 años, pero no actuaba como una niña. Ella sentía la responsabilidad de cuidar y proteger a todos sus hermanitos.
“Es difícil volver a confiar en alguien cuando has perdido tanto en la vida. Ruby no sabía ser una niña. Quedó obligada a convertirse en una figura maternal”, explicó Pam.
Durante años, los hermanitos vivieron junto a Pam y Gary. En cuestión de meses ya se habían convertido en una familia y varios años después decidieron formalizar el proceso de adopción.
“Las familias adoptivas son las más especiales. Son una elección. Tienen el deseo de unirse y convertirse en una familia”, celebró un usuario en las redes.
En agosto del año pasado, los Willis se convirtieron oficialmente en los padres de Adelino de 15 años, Ruby de 13, Aleecia de 9, Anthony de 8, Aubriella de 7, Leo de 5 y Xander de 4.
“Ellos nos dieron una segunda oportunidad para ser padres. Para volver a ser mamá y papá”, agradeció Pam tiernamente.
El enorme corazón de los Willis ha logrado salvar la vida de siete niños que perdieron a sus padres de la manera más desgarradora. Es un verdadero alivio saber que seguirán creciendo en una familia amorosa y que nunca les faltará nada.
¿Qué opinas de esta adopción tan inusual? Une tu voz y comparte esta nota para celebrar este bonito acto de amor.