Todos deseamos tener larga vida en condiciones dignas, pero muchos ancianitos llegan a edades avanzadas solos y desamparados de los seres que deberían darle todo el apoyo. Y en México un centenario abuelito, después de pasar infinidad de adversidades, conoció a una familia que cambió por completo su vida, su historia enterneció a las redes sociales.
Sus hijos lo despojaron de todo lo que tenía
Benita Dearz iba conduciendo por la ciudad de Torreón, en la Región Laguna de Coahuila y miró a un anciano con un sombrero y ropa bastante sucia caminando por la calzada, en su mano llevaba una bolsita de botellas.
El sol era inclemente y la mujer decidió detenerse un poco para preguntarle si deseaba que lo llevara a algún lado, el aceptó de buen gusto.
El hombre caminaba con la dificultad y pesadez de su edad con la ayuda de un pedazo de madera que le servía de bastón. Cuando le preguntó dónde vivía la respuesta que recibió hizo que se le encogiera el corazón de tristeza, pues le dijo que tenía 108 años de edad y se quedaba en una plaza debajo de una palma muy grande porque sus once hijos, que había tenido en tres matrimonios, le quitaron su casa y lo habían dejado en la calle.
“Él es Don Felipe Reyes, iba caminando por la calzada, con su bolsita de botellas, no dudé en regresarme”, contó la mujer.
Don Felipe Reyes, como él mismo se presentó, estaba confundido y a pesar de que Benita lo llevó a varias plazas no recordaba cuál era la suya y se admiraba porque le parecían todas muy bonitas.
Dieron vuelta por toda la zona hasta que por fin encontraron el lugar, le contó que recogía botellas de plástico de los botes de la basura para venderlas, obtener algo de dinero y poder sobrevivir.
Al darse cuenta de la triste realidad que vivía el adulto mayor decidió llevarlo a una tienda y comprarle algo de ropa, también lo condujo a su propia casa donde se pudo asear, cambiarse de ropa y cenar.
Los miembros de la familia recordaban en Don Felipe a sus queridos abuelos a quienes habían perdido recientemente.
“Así quedo Don Felipe, bañadito, cambio nuevo y lo mejor una cena en familia. Gracias por lo compartido, gracias por sus buenos deseos y muchas gracias por los mensajes recibidos. Este hermoso gesto es en honor a mis abuelos Blas y Angelita que están en el cielo”, expresó la benefactora mujer.
Un familiar de Benita compartió en su cuenta de Facebook lo sucedido y los usuarios de la red social se conmovieron con el hermoso gesto y de inmediato se viralizó, los mensajes de bendiciones y felicitaciones por lo que estaban haciendo inundaron las redes sociales, también empezaron a recibir ayuda de muchas personas en despensas y apoyo económico para el abuelito.
“Muy agradecidos por el apoyo a Don Felipe, todo lo que llega en especie y sus donativos de personas de otros estados y hasta de otros países… Va por él, va por ellos”, agradeció la noble mujer.
Ahora Don Felipe vive tranquilo en un hogar, rodeado de personas que lo valoran, respetan y cuidan. Y Benita con frecuencia comparte publicaciones de Don Felipe en línea para hablar con las personas y los usuarios que cada vez crecen en número.
Comparte con tus amigos y conocidos esta hermosa historia para que apoyen a Don Felipe y a muchos otros ancianitos que lamentablemente pasan por situaciones duras y difíciles.