Una perrita afligida apenas puede levantar su cabeza para pedir un gesto de cariño que le ofrezca el consuelo que necesita.
Todo aquel que ha tenido que ver a su perrito triste sabe lo duro que es intentar hacer algo para ayudarlo sin saber qué es lo que le está pasando. Ni qué decir de los que se encuentran desterrados en los albergues, tal como Annabelle, una perrita que solo conocía la soledad.
A la perrita la tristeza y soledad tan solo le permitían levantar la cabeza para pedir una caricia.
Sin embargo, un fotógrafo y amante de los animales identificado como John Hwang, se paseó un día por el Baldwin Park Animal Shelter, refugio ubicado en la ciudad de Los Ángeles, California, Estados Unidos y conoció a Annabelle.
Ese hermoso encuentro sería inolvidable para John, ya que, de inmediato la ternura de Annabelle le inundó de amor por ella y le robó el corazón por completo. La perrita solo levantaba la cabeza y, con mirada triste, veía pasar a la gente, anhelante de afecto.
Hwang suele visitar estos lugares con frecuencia para pasar tiempo con los animales quienes se encuentran en busca de un poco de consideración, y fue entonces cuando vio a la perrita de 10 años de edad, sumida en una profunda depresión, inmóvil y encorvada en una esquina.
“Mi primer pensamiento fue: ‘esta perrita es tímida, o está deprimida y probablemente no quiere interactuar conmigo. Me sorprendió cuando me vio y de inmediato se acercó a mí”, comentó John Hwang.
Tan pronto como Annabelle se dio cuenta de la presencia del fotógrafo y animalista, se arrastró como mejor pudo y se posó a sus pies. Fue en ese momento cuando el hombre notó que la perrita temblaba de nervios. No estaba acostumbrada a que la tratasen con tanto amor.
“Ella parecía no tener coordinación, su forma de moverse también fue entrañable. Estaba muy andrajosa, pero su corazón era enorme”, añadió John.
Annabelle solo quería sentir un poco de amor. Primero, trató de olfatear a John desde una distancia segura. Sin embargo, poco tiempo después comenzó a ganar la confianza de Hwang y apoyó su cuerpo contra la reja, como si estuviese rogando ser parte de su vida.
Obviamente, John sucumbió ante los encantos del animalito y comenzó a acariciarla. Posterior a los arrumacos, ambos pasaron un excelente día disfrutando juntos de su mutua compañía.
A pesar de que la perrita parecía algo temerosa al principio, en poco tiempo le dejó bien claro a John todo el amor que tenía para dar, pero además le dio una lección acerca de que no somos nadie para juzgar a un libro por su portada, o la desolación que siente cualquier animal privado de su libertad.
Este pequeño gesto que emanó de Annabelle, hizo de las delicias de muchas personas quienes se identificaron de inmediato con la escena. Las fotografías captadas por la lente de John Hwang fueron vistas por miles de almas en las redes sociales.
Cathi Perez, una miembro del grupo Leashes of Love Rescue, organismo especializado en rescatar perros a punto de ser sacrificados en los refugios, recogió a la tierna Annabelle y la llevó hacia un nuevo y mejor destino.
Fue trasladada hasta un veterinario para tratar una infección ocular, entre una larga lista de problemas de salud que necesitaban ser revisados con urgencia.
Finalmente, en pocos días, Annabelle será entregada a una mujer que ya ha ofrecido darle un hogar para siempre.
Así como las personas necesitamos tener algún pasatiempo, los perros también podrían sufrir de aburrimiento o depresión cuando se les dedica poca atención o se les mantiene en ambientes monótonos.
La perrita triste y desolada es hoy una perrita feliz y amada
Bríndales todo el cariño, todo el amor y todo el tiempo que puedas, ya que, cuando las mascotas y las personas nos unimos, la vida adquiere otro color y sabe mucho mejor.