Al ver a esta mujer en la pasarela, cualquiera podría pensar que se trata de una amante de la moda que desde pequeña deseó convertirse en una reconocida modelo. Sin embargo, la historia detrás del nuevo rostro de Chanel está cargada de conflictos y miseria.
Adut Akech ha firmado un contrato con el sello francés Chanel para ser la estrella de su precolección otoño-invierno de la temporada 2019. Pero su imagen no sólo refleja a una hermosa mujer sino a toda una guerrera capaz de sobrevivir a las penurias que atraviesan cientos de refugiados.
Nacida en Kakuma, en la frontera entre Kenia y Uganda, un campo de refugiados que alberga a 187,000 personas que huyeron de la guerra civil sudanesa, Adut navegó por varios campamentos de la ONU hasta abordar un barco a Adelaide, Australia.
Por ese motivo desde su infancia su vida ha estado plagada de los conflictos civiles y la miseria que arropa a África del Norte.
En un grupo de cinco hermanos, Adut fue la única que logró tener un mediano acceso a la educación.
«Utilizamos la luz del día para estudiar, ya que por la noche sólo teníamos una lámpara de aceite», dijo la modelo.
Pero a pesar de todo esto, una luz brilló en su camino y desde el 2017 su carrera como modelo ha venido en ascenso.
Un buscador de talentos la descubrió en Adelaide Field y la invitó a participar en un reconocido evento. Fue precisamente en el desfile primavera-verano del Saint Laurent, en Francia que el nombre de la refugiada destacó.
Con el éxito que ha cosechado, Karl Lagerfeld, uno de los genios creativos de Casa Chanel, eligió a Adut como el rostro de la marca francesa. Pero esta joven no sólo tiene contrato con ellos, sino que este mismo año ha desfilado para marcas como Loewe, Givenchy, Valentino y Miu Miu.
Esta joven pudo cambiar una realidad dura y llena de penuria en los refugios por los días entre pasarelas y presentaciones. Además, Adut está interesada en su educación así que ha tomado una licenciatura a distancia en economía.
Su futuro se pinta realmente prometedor, pues ya ha recibido ofertas de trabajo para el próximo año y entre ellas se destacan marcas reconocidas como Versace, Prada, Calvin Klein y Giambattista Valli.
Para esta talentosa y modesta joven su éxito está vinculado con su historia y su color de piel.
“Mi piel es muy oscura, incluso para los parámetros de otras personas negras. Ahora que vivo en Nueva York, la gente me detiene en la calle, especialmente los afroamericanos, y me dicen que quieren que su piel se vea como la mía. Es como el chocolate más puro”, dijó Adut.
Pero para ella ese exotismo no es más que un accesorio y considera que aún le queda mucho trabajo por delante y un gran camino por recorrer.
«El mundo todavía es difícil ver a una mujer negra que venda perfume», comentó la modelo.
A pesar de la incertidumbre que ella pueda percibir en su futuro, lo cierto es que su presente es bastante prometedor. Aunque creció bajo las más duras condiciones, esta joven ha logrado salir delante de la mejor manera y seguro servirá de inspiraciones para otras chicas que se encuentre en una situación similar o posean un pasado tan turbio como el suyo.
Comparte esta nota y déjales saber a todos la historia detrás de este hermoso rostro. Que la imagen de Adut sea motivo de inspiración y orgullo.