Poder sentir el apoyo de otra persona cuando se está pasando por momentos difíciles en la vida, hace mucho bien. Un simple abrazo puede significar algo tan grande como sentirse amado y apreciado o evitar la muerte de alguien carente de afecto.
Así le ocurrió a una mujer en Brasil cuando supo de la muerte de su amada mascota, y una vendedora de una heladería le dio un abrazo al verla tan triste.
Gotinha era el nombre del animalito de nueve años que recibió de regalo para su bebé que aún estaba en su vientre.
Patricia, su esposo y su hijo se fueron apegando al peludito, lo cuidaban y consentían, era un miembro más de la familia.Gotinha se dio incondicionalmente a cada miembro de la familia, su gran habilidad para sanar las heridas del alma ayudó a todos en casa.
Pero un día,algo terrible ocurrió, en casa estaba de forma provisional otro perro, era más grande que Gotinha.El animal atacó a la mascota de Patricia quien no logró sobrevivir.
El esposo le comunicó la noticia por teléfono, ella estaba en la heladería Bacio di Latte en el Shopping Boulevard, en Belo Horizonte; y acababa de pedir un helado, un café y agua.
Cuando recibió la triste noticia,se echó a llorar desconsoladamente. La vendedora de la heladería al ver el sufrimiento de la mujer, sintió empatía hacia ella ¡Es terrible la pérdida de una mascota que tanto se ama!
Se le acercó y le dio un abrazo tratando de consolarla, sin siquiera saber la causa de tan grande dolor.
“Cuando la empleada vino a dejar la orden, ella vio mi dolor, llenó sus ojos de lágrimas y me ofreció un abrazo”, dijo Patricia.
La amable vendedora le preguntó si necesitaba que la acompañara hasta su auto. El gerente de la heladería también fue muy amable, se le acercó y le indicó que podía regresar más tarde para tomar su café y helado.
“No sabían lo que había sucedido porque no podía hablar, solo lloré y me estremecí. Eran muy sensibles”, agregó la triste Patricia.
Cuando había pasado un mes de eso, Patricia volvió a la heladería Bacio di Latte, necesitaba contarles lo que había ocurrido ese día, y lo agradecida que estaba con ellos.
«Me agradecieron por regresar porque estaban muy preocupados», dijo la mujer.
Les explicó que Gotinha fue un regalo que recibió la familia cuando ella estaba embarazada de su hijo. Tenía depresión y el perrito la ayudó a superar la enfermedad
“Incluso cuando estaba afuera, estaba apoyado contra la pared de la habitación donde yo estaba, para estar más cerca de mí. Fue nuestro amorcito”, dijo Patricia.
Les comentó que ese día, cuando fueron tan amables y comprensivos con su llanto, sin saber siquiera la causa, la hicieron sentir mejor.
“Encontré su gesto tan generoso, tan hermoso, ¿saben? Fue muy bonito de su parte porque hoy solemos ver a tanta gente llorando y somos tan insensibles para acercarnos a ellos”, añadió la agradecida Patricia.
Esta es sin duda una experiencia que nos enseña a ser más sensibles y solidarios con las personas que nos rodean, a veces las palabras o un abrazo son bálsamos que alivian. Podemos cambiar el mundo de una persona tan solo con un poco de amor.
Comparte esta hermosa y aleccionadora historia con todos tus amigos y familiares, que nuestra humanidad y sensibilidad no se pierda en el camino, podemos hacer la diferencia.