Yaima Caballero, de 35 años, denunció que su bebé de un año falleció después de que le colocaran la vacuna triple viral (PRS) en el hospital clínico Betancourt Nenínger, en La Habana, Cuba.
El personal del centro hospitalario anunció que la vacuna que recibió la bebé Paloma Domínguez Caballero fue retirada para ser investigada.
Paloma llegó al hospital el pasado lunes 07 de octubre para recibir la vacuna de indemnización activa contra las paperas, la rubéola, y el sarampión aplicada en bebés de 12 meses, niños y adolescentes de acuerdo con el esquema de vacunación nacional.
La madre relató que examinaron a la niña antes de colocarle la vacuna, “ellos son muy estrictos en estos casos para que no haya ninguna reacción adversa”.
Habían transcurrido dos horas desde que la menor fue vacunada cuando comenzó a mostrar síntomas de malestar.
“Dos horas después comenzó la pesadilla, mi hija nunca se había enfermado ni de catarro. No sabía lo que era tener fiebre, ella solo conoció la felicidad”, dijo la madre.
La niña comenzó a vomitar, y tras la recomendación de una amiga, Yaima la llevó de nuevo al hospital.
“Cuando llegué los vómitos estaban disminuyendo, su piel comenzó a ponerse colocara y decidí irme al Hospital Luiz Díaz Soto, conocido como Hospital Naval”, relató Yaima.
Al llegar al hospital atendieron a Paloma rápidamente, le hicieron un examen de orina y los resultados no arrojaron ninguna enfermedad. Ante las alertas por brotes de dengue, la trasladaron al hospital pediátrico.
“Yo sabía que ella no tenía dengue, la llevé por mis propios medios al Hospital Borrás-Marfán”, dijo Yaima, agregó que en ese centro de salud su hija recibió la mejor atención.
Síntomas alarmantes
La coloración de la piel de Paloma alarmó a los médicos, pensaron que se había producido un posible rechazo a la vacuna que recibió horas antes.
Paloma se comenzó a inflamar, estaba reteniendo líquido, además presentó fiebre alta. Su madre se la bajó colocando compresas cada dos horas sobre su cabeza.
Pero Yaima notaba que su hija empeoraba con el paso de las horas, sus pies estaban cambiando de color. A las cinco de la madrugada los médicos decidieron trasladarla a la unidad de cuidados intensivos.
“Solamente con verla sabía que iba a fallecer”, dijo Yaima.
Cuando estaba en la unidad de terapia intensiva la bebé sufrió un cuadro diarreico, la madre notó que el brazo en el que le habían aplicado la vacuna se había inflamado mucho y estaba duro.
Según le indicaron los médicos, comenzó a colocarle compresas frías para disminuir la inflamación.
“Se estaba hinchando todo su cuerpo y el color de sus pues cambió de rojo a morado”, dijo Yaima.
Al notar que no mejoraba, los médicos la intervinieron para drenar su brazo y la niña parecía recuperarse. Desde entonces, Paloma logró orinar con normalidad drenando el líquido acumulado durante horas.
Insuficiencia renal
“Cuando todo parecía mejorar y había algo de esperanza, las cosas se complicaron. Volvió a dejar de orinar y su riñón estaba fallando, la inflamación de los pies era cada vez mayor”, relató la devastada madre.
Una hora después los médicos le dijeron que le harían transfusiones de sangre y diálisis. Lamentablemente, Paloma no logró sobrevivir. Falleció en ese hospital horas después.
Más niños afectados
De acuerdo con la información de la agencia del gobierno de Cuba, en ese país la cobertura de vacunación es más de 98 por ciento, con 11 preparaciones de las cuales varias las producen a nivel nacional.
Después de que saliera a la luz el caso de Paloma, surgió el rumor de que había otros bebés afectados. Un grupo de periodistas se dirigió al Hospital Borras-Marfán para investigar, pero las fuerzas de seguridad del Estado les impidieron ingresar y los amenazó con enviarlos a prisión.
“Nadie nos ha contactado ni para dar el pésame. Da igual”, dijo Yaima, refiriéndose a las autoridades.
Presuntamente, las vacunas usadas fueron importadas desde La India y no se ha confirmado si existen otros lotes afectados o se modificará el plan de vacunación del país.
La familia pide justicia
La familia de la menor fallecida asegura que no descansará hasta que se haga justicia.
“A la izquierda pueden ver cómo la llevé cuando la fui a vacunar, y a la derecha cómo la devolvieron. ¿¿¿Y la vacuna era según ellos contra todas las enfermedades… me la mataron y tengo que conformarme con eso???”, escribió Yaima en su perfil de Instagram.
Finalmente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de Cuba, el pasado lunes escribió un mensaje en su perfil de Twitter para expresar sus condolencias por el fallecimiento de Paloma Domínguez.
Detalló que el Ministerio de Salud Pública de la Isla cuida celosamente al resto de los niños que han sido afectados.
“Nada más importante que un niño para la Revolución cubana», finaliza el presidente.
Una de las enfermeras del centro clínico donde Paloma recibió la vacuna dijo:
“No fue un problema de temperatura, porque aquí todas las vacunas se mantienen en refrigeración. Tampoco estaban vencidas. No sabemos qué ocurrió con ese lote, pero se lo llevaron para investigarlo”.
“Ustedes saben cómo es, esas investigaciones toman su tiempo, y no dicen nada hasta no saber, pero yo también soy madre y entiendo la preocupación de los padres”, continuó la enfermera que prefirió no revelar su identidad.
Este caso ha causado conmoción, no solo el Cuba, donde luchan contra la censura impuesta por régimen para conocer la información, sino en el resto del mundo. Se espera que las autoridades tomen las medidas necesarias para prevenir que otros menores tengan el mismo desenlace.
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