Hace años Ally Grizzard tuvo que pasar por la experiencia más dura de su vida. Se encontraba llevando a su perro al veterinario cuando se dio cuenta de que un camión se dirigía hacia ella a toda velocidad. Su primer reflejo fue cruzar para evitar el impacto, pero al girar el automóvil su vida cambió para siempre.
“Sólo recuerdo haber cruzado a otro extremo y el automóvil se volteó y se estrelló a más 60 metros”.
El giro del automóvil fue tan brusco que el cuerpo de Ally salió expulsado de allí y cayó fuertemente contra su espalda quedando terriblemente herida. Por suerte, había vecinos que pudieron atestiguar lo sucedido, así que acudieron de inmediato al lugar para brindarle su ayuda a Ally.
“Sentí que toda mi espalda se rompía en ese momento”.
Ally fue trasladada a Emergencias y los médicos comenzaron a temer lo peor. Había llegado sin pulso. Su espina dorsal había quedado tan afectada que estaba paralizada y con mucho daño en sus órganos internos. Sus pulmones también comenzaban a colapsar.
El accidente ocurrió hace tres años cuando Ally tenía 19 años de edad.
Sin embargo, Ally demostró ser una verdadera luchadora y desde entonces no ha parado de esforzarse por lograr mejorar cada día más. El accidente no sólo la dejó paralizada, sino que también afectó muchos de sus órganos vitales.
“Es mucho más de lo que los ojos ven. La mayoría piensa que simplemente no puedo caminar, pero es algo que afecta todo: Vejiga, hígado, temperatura corporal, circulación, presión corporal”.
Sin embargo, Ally decidió seguir luchando especialmente para el día de su boda. Se sentía con mucho miedo de salir al exterior y enfrentar las miradas de todas las personas, pero si quería recuperar su vida tenía que lograr ganar un poco de independencia.
Ally vive con su pareja en Bowdon a la afueras de Manchester.
Ahora Ally ha llegado muy lejos e incluso puede conducir de nuevo por sí misma. Pero su mejor logro lo guardó para el día de su boda. Quería que en el momento en el que caminara hacia el altar todo fuera perfecto y que el accidente no arruinara ese día tan importante.
“Quería que fuese como siempre lo había soñado”.
Y así fue. Con un poco de ayuda de su padre y de su padrastro, Ally logró dar sus primos pasos en el exterior. Estaba completamente determinada a continuar con su vida y logró celebrar su boda llena de orgullo por el largo camino que había recorrido. Ally decidió compartir su historia para dar un mensaje de esperanza a las personas que pasan por estos terribles accidentes.
“Todavía puedes tener una vida normal, todavía puedes casarte, todavía puedes tener hijos y hacer todo lo que salías hacer. Sólo tendrás que hacerlo un poco diferente”.