Desde la pandemia de coronavirus se han implementado muchas medidas para detener la propagación de los contagios, entre esas la restricción de las visitas hospitalarias.
Esto ha impedido que los pacientes de esa enfermedad puedan estar acompañados de sus seres queridos, incluso en sus últimos momentos. Además, los pacientes con otros diagnósticos o las madres que dan a luz tienen que permanecer solos.
Tal como esta mujer de 52 años con cáncer que permanece ingresada desde hace dos meses en un hospital de Argentina. Y aunque la compañía de las personas que queremos, las risas y las demostraciones de apoyo son una medicina perfecta en la lucha contra esta enfermedad, lamentablemente ella no puede contar con eso.
Pero sus amigas, que añoraban verla desde hace semanas y sabían que con su presencia podrían ofrecerle un momento memorable, buscaron la manera de hacerse presentes.
El grupo de amigas de La Plata, en Argentina, alquiló una grúa para poder saludar a su amiga. Aunque parecía insólito, llevaron a cabo el plan de subir en un andamio hidráulico hasta la azotea del Hospital Fleming de La Plata.
Un grupo de amigas de La Plata (Argentina) alquiló una grúa para ver, aunque sea de lejos, a Gabriela, su amiga desde hace 12 años, que lucha contra el cáncer en el Fleming.
No hay barreras ni confinamiento que pueda con una verdadera amistad. pic.twitter.com/9D28QZF9Mg— Ibon Perez (@ibonpereztv) October 11, 2020
De esa forma pudieron finalmente reencontrarse con su amiga Gabriela, que desde que comenzaron a ascender las observó desde la ventana de su habitación.
Todas estaba realmente emocionadas, gritaban de alegría mientras le mostraban a Gabriela pancartas con mensajes de apoyo.
Durante los dos meses en los que Gabriela ha permanecido ingresada no ha podido recibir ninguna visita para cumplir con las medidas de seguridad establecidas en casi todos los centros hospitalarios.
Sus amigas sabían que le hacía mucha falta compartir con ellas, inicialmente pensaron en pedirle a uno de los vecinos que les permitieran entrar a su vivienda y asomarse desde su balcón.
Pensaron que desde un balcón estarían demasiado lejos de Gabriela, así que pensaron en el alquiler de una grúa, esa era una idea quizás descabellada, pero resultaría un gesto muy especial.
“La idea surgió por la necesidad de visitarla, se estaba haciendo muy largo el aislamiento. Compartimos y pasamos mucho tiempo juntas, pertenecemos a un grupo de running y la extrañamos mucho”, declaró una de las amigas de Gabriela a un medio de comunicación.
Resaltó que querían regalarle una experiencia bonita. “Queríamos hacer algo lindo, que pudiera trascender y marcar la diferencia”.
Y lo lograron, porque no solamente le dieron a Gabriela una muestra grandiosa de amor y apoyo, sino que inspiraron y conmovieron al mundo. No te vayas sin compartirlo.