La amistad verdadera no conoce condiciones, no importa que existan diferencias porque lo que prevalece es el cariño y la lealtad de un vínculo que dura para siempre.
Suzana tiene 6 años, y su mejor amiga tiene 62 años más. Sí, aunque suene extraño, ella supo reconocer el valor de la relación que mantenía con la señora en la que además de la protección de una abuela encontró complicidad y amistad.
La niña estaba enferma cuando su madre, Joana, le ofreció la alternativa de hacer una fiesta de pijamas para lograr distraerla y animarla. Así que le dijo que podría invitar a su mejor amiga para dormir en casa con la condición de llamar a su madre para pedirle su autorización.
A la pequeña le encantó la idea, pero había algo que la desconcertaba: no sabía si su amiga necesitaba pedirle permiso a su mamá para asistir a la pijamada.
“Mami, Doña Ju está viejita, ¿Todavía necesita pedirle permiso a su mamá para dormir fuera? ¿Voy a tener que pedirte permiso para salir también hasta cuando tenga su edad?”
Su mejor amiga era Doña Juliana, una señora de 68 años, vecina de la familia, con quien Joana ha convivido desde que nació. Ella no se sorprendió cuando su hija le dijo que la había elegido para participar en la fiesta de pijamas.
Asegura que siempre han tenido una bonita amistad, sabe que se tienen mucho cariño y que pueden contar una con la otra cada vez que sea necesario.
Joana compartió la anécdota en sus redes sociales y muchos seguidores se mostraron sorprendidos de que una niña de tan corta edad considere que una señora de 68 años sea su amiga.
Ante tantas reacciones, Joana comentó que su hija siempre se ha interesado por las personas mayores, relató que cada día acostumbra a llamar a su abuela para preguntarle cómo está y decirle que siempre la cuidará y rezará por todos los que la acompañan. Además, la madre de la niña agregó que ella cada noche antes de dormir reza por todos sus seres queridos, tiene un instinto de protección hacia las personas que ama.
Suzana le dio al mundo una valiosa lección de amistad que nos recuerda que el amor no tiene condiciones ni diferencias.
Su historia se ha convertido en una inspiración para muchos, nadie debería perder la inocencia, la empatía y nobleza que alberga el corazón de un niño. Compártelo en tus redes.