Ana Julia Quezada, de 43 años, fue acusada de asesinato detención ilegal y un delito contra la integridad moral, ayer pasó la primera noche en prisión, en el transcurso del día abandonará el módulo de ingreso para pasar al centro penitenciario de mujeres de El Acebuche.
El informe del juez destacó que la asesina de Gabriel Cruz manifestó: “una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen”.
Asimismo, expresó que tenía la intención de deshacerse del cuerpo del niño en un invernadero. Esa la información del auto dictado por el juez Rafael Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería.
En el escrito también se deja asentado que Ana Julia habría cavado el hoyo donde ocultó el cuerpo de Gabriel en la finca de Rodalquilar antes de acabar con la vida del menor asfixiándolo con sus propias manos hasta matarlo.
El magistrado calificó como “incuestionable” la implicación de Ana Julia Quezada en la muerte de Gabriel tras las “abrumadoras pruebas existentes”. Consideró, además, que la asesina, “aprovechó un momento temporal en el que sabía que se iba a encontrar a solas con el niño y sin el control de la abuela paterna para que a través de un engaño o promesa de devolverlo pronto a jugar con sus primos trasladarlo hasta un lugar apartado y aislado donde pudiera ejecutar el crimen tranquilamente.
Ana Julia despojó a Gabriel de su ropa dejándolo semidesnudo, para trasladarlo al jardín donde había hecho un hoyo para enterrarlo.
La Guardia Civil comprobó que ella preparó el asesinato y solamente improvisó el traslado del cadáver cuando se sintió presionada por los agentes.
El juez resaltó el esfuerzo que hizo la asesina para crearse una coartada después del asesinato y mantenerla con el paso de los días. “Se mantuvo en el cortijo de Rodalquilar haciendo tareas de pintura que sirvieran de coartada para trasladarse a Las Hortichuelas y sin confesar el crimen, aparentar preocupación por la desaparición.
Aseguró que ella intentó “despistar a los agentes que trabajaban en la búsqueda cuando presuntamente encontró la camiseta blanca que le pertenecía a Gabriel.
Se pudo conocer también que cuando se dirigió a la finca de Rodalquilar para desenterrar el cuerpo de Gabriel y trasladarlo en su coche, introdujo el cadáver en el maletero mientras decía expresiones vejatorias que fortalecían las pruebas que la incriminaban.
La manera en la que actuó Ana Julia dejó en evidencia la falta de sentimientos y humanidad, ella misma aseguró que de ser ciertas sus palabras las calificaría como “pura crueldad”.
El auto del juez establece que el hecho de que la detenida sea oriunda de República Dominicana con su familia en dicho país, “hace evidente un elevado y patente riesgo de fuga en caso de quedar en libertad”. Asimismo, dice que “es preciso evitar que por la detenida puedan destruirse pruebas o indicios que aun no han sido descubiertos por los investigadores judiciales”.
Finalmente, el juez señaló que la resolución del caso se logró gracias a la “ardua y laboriosa” investigación policial y judicial. Comparte este avance.