Ana Julia Quezada colaboró desde el pasado 27 de febrero en la búsqueda de Gabriel Cruz, buscaba aparecer en los medios de comunicación mientras un equipo de especialistas en comportamiento criminal de la Guardia Civil la estaba observando con detenimiento, analizando cada movimiento y elaborando su perfil.
La describen como: “mentirosa compulsiva, de una frialdad inalterable, vanidosa, egocéntrica, altamente posesiva, manipuladora y con un punto débil: altos niveles de ansiedad”.
Los miembros de la Unidad Central de Operaciones de la Guardia Civil (UCO) tenían la seguridad de que si Ana Julia estaría nerviosa al verse sospechosa entonces cometería algún error.
Eso fue lo que ocurrió cuando trasladó en el maletero de su coche el cuerpo sin vida de Gabriel transitando sin rumbo claro.
En el vehículo había micrófonos ocultos colocados por agentes de la Guardia Civil y se pudo conocer que Ana Julia hablaba en alta voz insultando al menor que había asesinado.
Todo quedó registrado en vídeo y audio, ella había escondido su teléfono móvil y no lo usaba.
En el camino maldecía a Gabriel, el juez relató: “Vertía expresiones vejatorias que revelan una falta de sentimientos y humanidad”. Su monólogo la incriminó en la premeditación y crueldad con la que asesinó al menor.
Ana Julia permanece recluida en la cárcel de El Acebuche en Almería, se pudo conocer que solamente ha recibido la visita de su abogado Esteban Hernández con quien ha conversado sobre la estrategia para su defensa.
Además, ella pudo hacer una llamada telefónica a su madre de 72 años que vive en República Dominicana a quien le pidió que le mandara dinero.
“Mándame dinero”, es la solicitud de Ana para su progenitora desde la cárcel almeriense.
Ana permanece en el módulo de mujeres de la prisión de Almería, acompañada permanentemente por una reclusa de confianza para prevenir que atente contra su vida o que sea objeto de agresiones de parte de otras internas.
Se pudo conocer que se muestra tranquila y entera, su abogado aseguró que “Va a permanecer en una celda apartada en el módulo de mujeres”.
Los familiares de otras personas que permanecen recluidas en el centro penitenciario manifestaron a los medios de comunicación su rechazo ante la presencia de Ana Julia Quezada en la cárcel y piden que sea trasladada a otro lugar.
Alegan que está disfrutando de condiciones privilegiadas que no se merece, aunque está en completo aislamiento, ni siquiera come junto a otras reclusas.
No tienen previsto recibir visitas para Ana Julia este fin de semana aparte de la del abogado que asistió el día de ayer.
¿Qué opinas? Comparte esta noticia.