Han transcurrido dos meses desde que desapareció Gabriel Cruz, de 8 años, en el barrio de Las Hortichuelas en Almería, la comunidad sigue devastada por la trágica pérdida del “pescaíto” que fue asesinado por Ana Julia Quezada, la pareja de su padre, Ángel Cruz.
Todavía hay muchas preguntas sin responder sobre el caso, Gabriel desapareció cuando se trasladaba desde la casa de su abuela paterna a la casa de unos primos a cien metros de distancia para ir a jugar.
Ana Julia, quien se encontraba con él en la casa de su suegra, Puri Carmen, habría salido inmediatamente después en su coche para interceptarlo. Ella salió hablando por teléfono, llevaba consigo una manzana y una Coca Cola.
Le dijo a su suegra antes de salir que iba a pintar la casa de la finca de Rodalquilar, propiedad de la familia de su pareja Ángel Cruz, a tres kilómetros de la vivienda en la que se encontraba.
Gabriel se subió al coche de Ana Julia, pero jamás llegó a la casa de sus primos, comenzó una pesadilla horrible para la familia del pequeño transcurrieron 13 días de búsqueda en la que participaron miles de voluntarios y agentes de la policía y la Guardia Civil.
El domingo 11 de marzo los agentes de la Guardia Civil encargados de la “Operación Nemo”, vieron cómo Ana Julia estaba desenterrando el cuerpo el niño de un hoyo que ella había cavado en la finca, posteriormente se pudo conocer que lo mató el mismo día de su desaparición.
Ana Julia introdujo el cuerpo del niño en el maletero de su coche y se dispuso a trasladarlo a otro lugar, circuló por carreteras sin cámara hacia Vícar, donde vivía con Ángel en Almería. “Mocoso te voy a tirar por un invernadero”, fueron palabras de la asesina confesa mientras trasladaba el cuerpo.
Los agentes colocaron micrófonos en el interior de su coche que les permitieron escuchar lo que decía durante el trayecto.
Jamás pensó que sería interceptada por los agentes de la Guardia Civil, que justo antes de que llegara al estacionamiento de la vivienda la detuvieron después de comprobar que tenía el cuerpo de Gabriel en el maletero de su coche.
La noticia conmovió a millones de personas en España y otros países, Almería se llenó de homenajes en memoria de Gabriel y sus padres Ángel y Patricia recibieron numerosas muestras de apoyo en tan duro momento.
Se confirmaron las peores hipótesis agotando las esperanzas de los investigadores y de la familia de que Gabriel apareciera con vida.
Ana Julia, quien había fingido tristeza por la desaparición de Gabriel era la culpable de un crimen atroz, en medio de contradicciones en sus declaraciones y conductas extrañas se convirtió en sospechosa.
La familia de Gabriel presume que Ana Julia convenció a Gabriel de montarse en el coche ofreciéndole beber de la Coca Cola que llevaba ya que al pequeño le encantaba ese refresco y sus padres procuraban que no lo tomara con frecuencia.
La otra hipótesis que manejan es que Ana Julia le ofreciera comprarle un regalo con motivo del día de su santo. El caso todavía permanece en fase de instrucción y bajo secreto de sumario.
Para la familia del “pescaíto” la forma en la que Ana Julia se llevó a Gabriel sigue siendo una incertidumbre.
En Las Hortichuelas todavía lloran la pérdida de Gabriel, los familiares luchan por recuperarse del dolor tan profundo que embarga su corazón después de la pérdida de su “pescaíto”.
Una prima de la abuela de Gabriel declaró a los medios de comunicación: “Mi prima, Puri Carmen, lo está pasando muy mal, como es lógico. Yo voy cada noche a hacerle compañía durante un rato. A ella no se le va de la cabeza que Ana Julia tuvo que engatusar al niño de alguna manera”.
“Pensamos que pudo hacerlo con la Coca Cola, que al niño le encantaba”.
La abuela de Gabriel fue la última persona además de Ana Julia que lo vio con vida, no logra superar la pérdida de su nieto. Su prima comentó que una noche se quedó dormida en el mueble y dijo: “El niño viene a la una”.
Hace semanas el padre de Gabriel se incorporó a su trabajo en una empresa de productos fitosanitarios para el campo en Vícar, se fue a vivir a la casa de su madre.
Mientras que Patricia Ramírez, su expareja y madre del pequeño, se trasladó a vivir a Las Negras, otra pedanía a cinco minutos donde se estableció el puesto de mando avanzado para coordinar las labores de búsqueda de Gabriel.
En la pared colindante con la casa de la abuela de Gabriel una pareja de artistas vascos, Mikel y Olaia, pintaron una obra en honor a su memoria.
El cuerpo de Gabriel yace en el cementerio de Fernán Pérez, una pedanía de Níjar en Cabo de Gata, su tumba está rodeada de flores, de pescaditos, de velas y muchos mensajes de cariño.
Una de las notas dice: “Desde Alicante hemos venido a traerte este Nemo, que lo hemos tenido en nuestra ventana apoyándote como te lo mereces. Un beso y un abrazo a tu familia. Gabriel, te quiero”.
El caso de Gabriel ha conmovido profundamente a España, la perversión con la que Ana Julia planificó el crimen y lo ejecutó mientras engañó a toda la familia indignó a todos. Se convirtió en «la bruja mala» que acabó con la vida de un pequeño inocente. Comparte esta noticia.