Hay trucos que pueden parecer bastante ingenuos, pero aunque resulte sorprendente, aún funcionan. El escape del joven Anan Komolwanich de una cárcel de Tailandia lo confirma, cuando el joven, acusado de narcotráfico, le hizo creer al oficial que lo custodiaba que había una serpiente en su celda.
El joven, que fue puesto en prisión después de que se le incautara una gran cantidad de metanfetamina, estaba en la celda donde debía esperar su juicio. La noche del escape, comenzó a gritar con insistencia que una serpiente había entrado por el desagüe.
Tras escuchar en múltiples oportunidades sus gritos, el oficial a cargo se dirigió a la celda donde estaba Anan y trató de verificar si lo que estaba diciendo el prisionero era cierto o no, pero para poder hacer una revisión completa, cometió la imprudencia de entrar en la celda.
El hombre entró en el recinto donde Anan permanecía cautivo, dejando la puerta abierta a sus espaldas. El prisionero, muy hábil, se mantuvo pegado a los barrotes, muy cerca de la puerta, aproximándose cada vez más a la salida mientras el policía trataba de encontrar al supuesto reptil que se había colado en el lugar.
En un instante de distracción del oficial, Anan logró colarse a través de la puerta y la cerró rápidamente, asegurándola por fuera y dejando al policía atrapado. Gracias al video captado por las cámaras de seguridad podemos ver el preciso momento en el que el prisionero se lanza a las calles y huye.
Por fortuna para las autoridades de Ayutthaya, Wasupthep Kongklom, el prisionero no pudo gozar de su libertad por mucho tiempo, ya que fue encontrado cinco horas más tarde a menos de un kilómetro de distancia del lugar de donde se había fugado. La búsqueda realizada por 200 oficiales y voluntarios les permitió retomar la pista del individuo y devolverlo a prisión.
Un vocero de la estación policial de Ayutthaya asumió ante la prensa que había sido una gran imprudencia por parte del policía que atendió al llamado de auxilio del prisionero. Aclaró que habían aprendido la lección, que no volverían a cometer el mismo error y que en adelante estarían bastante atentos.
A los cargos de narcotráfico que ya enfrenta Anan Komolwanich se suman ahora otros agravantes, como el de engañar a un agente de la autoridad y su fuga.
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