Para una anciana no hay mejor compañía y amor que aquellos que provienen de su mascota, sobre todo cuando se trata de un cariñoso felino que, rompiendo todos los prejuicios de su clase, decide demostrarle todos los días lo mucho que le aprecia.
La anciana perdió lo que más amaba y su corazón se rompió
Aunque forman parte de la naturaleza, los animalitos también salen despavoridos cuando sienten miedo a algo tan devastador como un terremoto.
Mimmo es un mimado gatito que vivía arropado con la compañía y amor incondicional de su humana, una mujer mayor llamada Dora que encontraba en él la mejor terapia para mantenerse fuerte y ecuánime.
La vida de Dora y Mimmo era sumamente agradable y feliz. Residían plácidamente en un pequeño pueblo llamado Montemonaco, en la provincia italiana de Ascoli Piceno.
Pero todo cambió en el año 2016, cuando un fuerte terremoto estremeció al país europeo.
Fueron muchas las personas desplazadas que perdieron sus hogares a causa del temblor. Dora vio con mucho pesar el triste momento en que tuvo que dejar atrás la casa en la que tantos momentos y recuerdos había construido; era hora de partir, pero el caos ocasionado por el movimiento telúrico le arrebataría algo más que su hogar.
Con todo el pánico y caos ocasionado por el temblor, el gato color miel de Dora terminó perdiéndose entre la multitud de personas, sin dejar rastro alguno que ella pudiera seguir para encontrarlo. Fue eso lo que la sumió en la peor de las tristezas.
La pérdida era insoportable para Dora porque Mimmo representaba en su vida más que solo un animal. El felino era su principal soporte en su día a día, era su fiel compañero y no sabía cómo recuperarlo.
Anhelaba volver a ver a Mimmo
Dora no podía resignarse a perder a su mejor amigo. Por eso, jamás dejó de buscarle por todas partes, utilizando todos los medios que tenía a su disposición.
No obstante, los días de desaparición del felino se convirtieron en meses y después en 4 largos años.
Tras la larga espera, recientemente la usuaria de las redes sociales, identificada como Mimma Bei, compartió el hermoso momento que todas las personas que conocían la historia de Dora habían esperado.
Mimmo apareció de la nada
Aunque fueron 4 años, Mimmo y Dora se reconocieron de inmediato, tan pronto como estuvieron uno frente al otro.
Es un misterio en dónde estuvo tanto tiempo el felino y cómo logró sobrevivir a la gran catástrofe natural.
Sobre todo, Mimma se pregunta quién cuidó del pequeño gatito, ya que no luce descuidado, ni sucio y tampoco parece haber perdido ni un gramo de su esponjoso cuerpecito redondo que solo pide ser abrazado.
“¡Qué maravilla! Nuestra querida Dora nunca dejó de buscarlo. Quién sabe dónde habrá estado durante tanto tiempo”, narró Mimma, vecina de la anciana.
Como era de esperarse, al estar juntos estallaron los miles de sentimientos y abrazos que ambos habían acumulado. Una y otra vez, Dora y el gatito chocaron sus cabezas para demostrarse su amor y las lágrimas no tardaron en derramarse del arrugado rostro de la mujer.
“¿Me reconoces? ¡Mi amor, mi amor!” decía dulcemente la anciana a su gatito.
Su reencuentro fue hermoso
Historias como estas nos recuerdan la importancia de no perder nunca la fe. El amor verdadero es paciente e inagotable, capaz de resistir las barreras más fuertes del tiempo y de tolerar cualquier adversidad.
Mimmo y Dora han vuelto a compartir sus días juntos, siendo la más hermosa de las duplas. ¡Enhorabuena por ellos, este es solo el comienzo de la mejor etapa de sus vidas!