Una mujer que dedicó casi medio siglo de vida a ser maestra de estudiantes con discapacidad en una escuela, desconcertó a las autoridades con una carta que dejó justo antes de morir. Nadie imaginaba un acto de generosidad así, y su historia ya ha dado la vuelta al mundo.
Genevieve Via Cavadestinó la mayor parte de su vida a impartir clases en la escuela Charles A. Selzer, de Nueva Jersey, en Estados Unidos. Ella se caracterizaba por la pasión que sentía por su trabajo y el amor por todos los alumnos con discapacidad que pasaron por sus manos.
Antes de morir la maestra dejó una carta para la escuela en la que trabajó durante 45 años
Tenía un estilo de vida austero y sencillo, no solía tomar vacaciones nunca, tampoco le aficionaba ir de compras, y nunca tuvo pareja ni hijos.
Definitivamente, para Genevieve lo más importante eran sus alumnos, se dedicó con amor y compromiso cada día que tuvo la oportunidad de sembrar en ellos la semilla del saber. Pero más que impartir unos conocimientos fríos, y para cumplir el currículo, ella se preocupaba realmente por educar buenos ciudadanos, preparados para construir un mundo mejor.
Ningún alumno que tuvo a Genevieve por maestra podrá olvidar sus enseñanzas y su profundo amor por su vocación
Se jubiló en 1990, pero incluso aunque no tenía la obligación de hacerlo, visitaba la escuela, se tomaba un café con el director y conversaba amenamente con los alumnos.
En octubre del año 2011, la maestra falleció cuando tenía 88 años, y fue entonces cuando días antes se había preocupado por escribir una carta dirigida a la dirección de la escuela donde trabajó.
Pero no podían sospechar en el contenido de la misma, cuando la leyeron descubrieron el gran secreto que Genevieve mantuvo oculto durante décadas.
Nadie sabía que la sencilla, humilde y entregada maestra era multimillonaria.
Jablonski, el director de la escuela, recibió la carta en la que se le comunicaba que recibiría una gran suma de dinero. Pero eso no era todo, además, la escuela recibiría un cheque por más de 900 mil dólares.
Habían transcurrido siete años del fallecimiento de Genevieve cuando la escuela recibió la donación destinada a los estudiantes.
“Ella era muy amable, compasiva, amorosa y se ganó el cariño de las personas con su hermosa sonrisa. A lo largo de su vida nadie supo que estaba ahorrando para ayudar a los estudiantes con quienes no tenía ningún parentesco. Está dejando un legado que será duradero”, declaró Jablonski.
Además, Jablonski donó 100 mil dólares a casas de cuidado, a refugios para animales y al Ejército de Salvación. Y es que la vivienda en la que residía se la dejó a Jablonski, por lo que sus hijos y nietos ahora disfrutan de la casa.
April Savoye, abogada de la maestra fallecida, declaró al respecto:
“Debido a que no tenía una familia propia ni muchos parientes cercanos, tenía sentido que hiciera esta donación”.
“Nunca había pasado nada parecido”, dijo por su parte, el rector de la institución, Emanuele Triggiano.
Gracias a la valiosa donación de Genevieve, el centro educativo creó becas especiales para estudiantes que tuvieran pocos recursos económicos y desearan continuar su preparación académica en la universidad o en escuelas de grado superior.
Las becas fueron llamadas con el nombre de la maestra en honor a su memoria y como gesto de agradecimiento por su aporte. Buscaron la asesoría de un experto en finanzas para generar intereses y mantener un fondo durante años que pueda ayudar a los jóvenes.
Desde el cielo, Genevieve seguramente seguirá sonriendo eternamente, feliz de haber cumplido un hermoso y valioso legado que perdurará en el tiempo. El mundo indudablemente necesita más maestros así.
El gesto de esta noble maestra ha emocionado a miles de personas que admiran su loable labor.