Los profesionales de la salud de todo el mundo se encuentran inmersos en una ardua lucha desde el inicio de la pandemia. En medio de la tempestad, hacen todo lo posible por continuar con su vida y no dejar de lado a las personas que más aman.
Tal como hace una trabajadora enfermera brasileña que, pese a casi no tener tiempo libre, se dio oportunidad para el amor y decidió unirse en matrimonio con el hombre de su vida. Su nombre es Patrícia Silva Santos y tiene 30 años de edad.
Fue el pasado 25 de enero que la enfermera contrajo nupcias a las 10:40 am y, tan solo 15 minutos después, dejó la celebración junto a su nuevo esposo para acudir puntualmente a su cita para recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
El nombre del novio es Fábio Macedo de Alquino Filho, de 26 años
Patrícia es la coordinadora de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Acidentados, trabajando directamente con pacientes enfermos de coronavirus. Su mayor anhelo, desde el comienzo de la pandemia, era que los científicos pudieran producir una vacuna contra la brutal enfermedad.
Por ello, el día de su boda no podía ser más perfecto, al tener en un mismo día los dos eventos que tanto esperaba desde el fondo de su corazón. Fue una hermosa casualidad.
Caminó segura hacia su colega que le suministraría el fármaco
“Eran las dos cosas que más quería. Fue el mejor día de mi vida”, dijo la enfermera.
Fue así como la despampanante enfermera entró al lugar en donde sería vacunada, vestida elegantemente con zapatos de tacón, un hermoso vestido blanco y un colorido ramo de flores.
Su largo cabello negro enmarcaba a la perfección la felicidad reflejada en su mirar
El año de la pandemia fue muy difícil para esta enfermera que ha visto con tristeza perder la vida a pacientes extremadamente jóvenes, situación que comprueba que nadie se encuentra inmune ante la devastadora enfermedad que aún no logra ser mitigada.
“Tantos pacientes que perdí, muchos a los 30 años, muy jóvenes. Fui testigo de familias enteras hospitalizadas en la UCI. Fue un año difícil. Mucho sufrimiento. Tenemos una luz al final del túnel con la vacuna”, afirma la mujer.
La boda de esta mujer estaba originalmente planeada para realizarse en octubre del año pasado, pero tuvo que ser pospuesta en dos ocasiones por la situación tan dramática que se vivía a nivel salud.
Su esposo, quien es técnico en radiología, también fue vacunado días después de la boda. Pudieron celebrar su luna de miel con una merecida semana de descanso y se encuentran más felices que nunca por el hermoso regalo de nupcias que significó la vacuna.
Celebra el amor de esta pareja que no perdió las esperanzas, pese a la gran labor que realizan. No te vayas sin compartir con todos tus amigos.