Para Meghan Markle, su nueva vida como Duquesa de Sussex, indudablemente ha experimentado inmensos cambios. Quedan lejanos esos días en los que podía manejar con libertad su vida de actriz e influencer a su antojo. Pero es lo que tiene ser parte de una familia real y ser la esposa de un Príncipe, un camino que voluntariamente decidió recorrer.
Ahora, ya al regreso de su viaje de novios, y ejerciendo sus funciones como Duquesa de Sussex, ha tenido que ir aprendiendo las normas del protocolo de la realeza, que no son pocas. Y entre ellas, algo que le ha tomado por sorpresa ha sido el modo de tratar a la Reina Isabel II. De hecho, ya tuvo su primer paso en falso con la monarca, del que afortunadamente salió airosa.
Pero algo que no se les ha escapado a los medios ha sido la forma en la que Meghan ha decidido llamar a la abuela de Harry.
Indudablemente ha tenido que ser un camino difícil para Meghan la transición de haberla empezado a tratar como «Su Majestad», para después pasar a verla como una «señora respetable», o simplemente la «abuela» de su marido.
Sin embargo, algo que ha caracterizado a la Duquesa de Sussex siempre ha sido su inteligencia y su capacidad para saber estar y acoplarse a las circunstancias. Por lo que una vez más, para no quedar presa de la incomodidad de no saber cómo llamar a la Reina, ha decidido elegir un apelativo familiar, algo muy propio de su sencillez, lejana de formas y protocolos.
Y es que Meghan Markle y la Reina en pocos días parecen haber empezado a crear una relación estrecha. Han asistido a compromisos reales juntas, y las imágenes muestran más complicidad y cercanía que otra cosa.
Es por eso que muchos se han intrigado por saber cómo es que Meghan ha decidido llamarla, e Ingrid Seward, la editora de una revista inglesa, parece tener la respuesta.
Meghan ha decidido zanjar el tema, llamándola «Mamá». ¿No es adorable?
Por supuesto, este apodo solo le será permitido una vez que Meghan esté completamente inmersa en el protocolo real, y una vez que conozca a la Reina de la misma manera que lo hizo la Princesa Diana.
Pero hasta que Meghan vaya incorporando poco a poco las normas de etiqueta que marca el protocolo real, tendrá que seguirla llamando «Su Majestad», así como agregar una reverencia.
El hecho de que la Reina reciba un sobrenombre, aunque pareciera que es algo que rompe el protocolo, no ha sido ajeno en la familia real británica. Desde que era pequeña, la Reina ha recibido el sobrenombre de ‘Lilibet’, que originalmente fue utilizado por sus padres y su hermana menor Margaret. El apodo se remonta a la infancia de Su Majestad, ya que la Reina luchó por pronunciar su propio nombre, logrando decir apenas ‘Lilibet’.
Ahora, solo a los amigos y familiares más cercanos de la Reina se les permite referirse a ella por su apodo de infancia.
La duquesa de Sussex y la Reina, por su parte, ya tuvieron un día de compromisos reales en Cheshire recientemente, y utilizaron un medio de transporte que normalmente no está permitido a los miembros de la realeza más jóvenes.
Meghan y la Reina viajaron a Cheshire en el tren personal de la Reina, que usualmente está reservado para uso exclusivo del Príncipe Felipe, el Príncipe Carlos, la Duquesa de Cornualles y su personal.
Se cree que el príncipe William estuvo una vez en el tren, mientras que Harry y Kate Middleton nunca han tenido la suerte de subir a bordo.
Tal vez haya algo en Meghan que hasta a la Reina ha logrado cautivar. Quién sabe si más rápido que volando, finalmente la abuela de Harry ceda a los encantos de la Duquesa de Sussex y se deje llamar «Mamá».
Comparte este curioso detalle de Meghan Markle en tus redes. Nos demuestra una vez más que la sencillez comienza a imperar dentro de las normas frías de Palacio.