Roque Presentado, de 67 años, de Almirante Brown, Buenos Aires, llegó a Argentina en la década de los 60 junto a su familia con muy pocos recursos económicos.
Aprendió a leer y a escribir cuando era un adolescente a los 14 años, y desde ese momento se propuso hacer un lugar especial en donde los chicos pudieran ir para leer.
“Nos vinimos caminando, durmiendo en la ruta y pidiendo para comer”, reveló Roque.
Cuando Roque aprendió a leer su vida dio un giro de 180 grados. Su mundo cambió completamente para bien, así como su percepción de la vida.
“Los libros me enseñaron que yo tenía derechos”, agregó Roque.
Desde el día que descubrió la magia de saber leer nació en él una idea que nunca olvidó. A Roque se le ocurrió crear un espacio dedicado especialmente para la lectura y de esta manera ayudar a que otros vivieran la misma experiencia.
“Yo quería crear un espacio para que los más jóvenes pudieran venir a leer y conocer de historia y sus derechos.
Es muy lamentable que aún siga habiendo chicos que no sepan ni leer ni escribir. Cuando uno es analfabeto hay gente sin escrúpulosque se aprovecha”, agregó Roque.
En el 2011 Roque decidió hablar con sus amigos y familiares para que lo ayudaran a cumplir ese sueño. Desde entonces empezaron a recorrer las calles para recoger trozos de madera que la gente había desechado y los libros que encontraban tirados.
Todo lo que le servía para su biblioteca lo fue guardando para construir ese espacio mágico de lectura.
Actualmente tiene cerca de 10 mil libros acomodados en un espacio reducido ubicado en la zona rural de Ministro Rivadavia, en Almirante Brown, donde además tiene una huerta en la que realiza charlas de alimentación y algunos talleres.
“Han venido algunos chicos a buscar libros para sus tareas o sus exámenes. A la larga y en el tiempo esto será algo muy importante para ellos”, dijo Roque.
El sueño de Roque ha llegado a todos los rincones de la localidad, y aunque es poca la gente que habita esa zona, varios se han acercado para donar un libro y contribuir con el crecimiento y funcionabilidad de la biblioteca popular de Roque.
“La gente se fue enterando y fueron apareciendo libros. Me sorprendió mucho, jamás pensé que esto iba a pasar. La biblioteca la está haciendo el mismo pueblo. Es el sueño de mi vida”, dijo Roque.
Roque cuenta con el apoyo de su esposa y sus siete hijos, cada día luchan por sacar adelante su biblioteca.
“Para mí si viene un joven ya es una satisfacción, ya es suficiente. No estoy esperando multitudes. Ojalá suceda que vengan muchos chicos, pero con uno que venga yo ya gané”, agregó Roque.
Este hombre cumplió su sueño y logró abrir una biblioteca popular para los residentes de su vecindario.
Realmente la historia de Roque es un ejemplo de superación para el mundo, todos podemos hacer la diferencia desde nuestras posibilidades. Compártela.