La vida siempre da una segunda oportunidad. La pobre ardilla voladora recién nacida fue encontrada por un amante de los animales y decidió que aquel pobre ser tenía que vivir. La ardilla estaba en el suelo, moribunda, bajo los intensos rayos de sol de Florida. Él sería su madre a partir de ese momento. Nadie se puede crecer lo que se consigue con una firme propuesta y mucho mucho amor.
Arenita fue encontrada sola y abandonada sin conocer bien los motivos 🙁
Su cuerpecito era un puñado de huesecitos cubiertos por una delicada piel. La pobre estaba muy débil y necesitaba ayuda urgente.
Pero su cuidador no se dio por vencido y le proporcionó los mejores cuidados. Poco a poco le empezó a salir un suave pelaje.
Arenita se aferraba a la vida con mucha fuerza y salvador le ayudaba en su lucha.
Por fin abre los ojos y conoce a la persona que le salvo la vida. ¡Es un milagro!
Aquí vemos a Arenita completamente recuperada. Es muy activa y tiente mucha curiosidad por todo .
Gracias a su protector, Arenita es feliz y no conoce el peligro.
Sus compañeros sienten debilidad por ella; no le quitan el ojo de encima y la protegen día y noche. 😮
No conoció a su auténtica madre pero ¿A quién le importa viendo este sabroso biberón?
¡Mira que arte tiene Arenita montando a monopatín! Es una auténtica profesional. 😆
Cuida su cabeza del duro sol del verano y además sigue la moda. 😉
Ha crecido mucho pero todavía cabe en cualquier sitio; le encanta meterse en el bolsillo de la camisa de su dueño y pasear con él por todos lados.
¡Qué mayor se ha hecho, está irreconocible! Le encanta comer y comer sin parar.
La pequeña Arenita sale por donde menos te lo esperas, es un bichito. 😛
En esta foto se demuestra que es cierto eso de que todos los animales se parecen a sus dueños. 😀
Ésta es una bonita historia que nos demuestra que todo es posible si nos lo proponemos. La pequeña Arenita estaba casi muerta cuando la rescataron pero con insistencia, paciencia y sobretodo mucho mucho amor, salió adelante hasta convertirse en una preciosa ardilla voladora.
Puedes compartir esta historia con tus amigos tal y como éste amante de los animales ha compartido con nosotros.