Unas gemelas en Pennsylvania, Philadelphia, nacieron conectadas físicamente a través de sus cabezas. Les hicieron una cirugía que duró once horas y afortunadamente lograron arreglar el problema congénito.
A veces la vida nos pone obstáculos para los que no estábamos preparados, es duro sobre todo cuando se trata de la salud, o de la condición física de nuestros hijos. Pero hay que asumir los retos y seguir adelante, esta familia lo logró con la ayuda de un talentoso equipo de médicos y la valentía de sus bebés.
Las bebés de diez meses se llaman Erin y Abby Delaney, ellas atravesaron 11 horas dentro del quirófano junto a los doctores Gregory Heuer y Jesse Taylor, quienes estaban acompañados de un equipo médico de 30 personas. Todos atendiendo el caso de las gemelas. Por fortuna al final de la travesía pudieron verlas acostadas, una al lado de la otra, en camas separadas.
«Separar a gemelos siameses es una cirugía sumamente compleja a la cual le sigue una recuperación igualmente delicada y larga, pero esperamos un resultado positivo», dijo Jesse en una rueda de prensa que dio el hospital para hablar específicamente del caso de esas bebés.
«Durante la cirugía, nuestro equipo primero separó meticulosamente a las infantes. Sus cuerpos compartían vasos sanguíneos y además compartían la misma duramadre; que es la membrana protectora que cubre al cerebro, en este caso cubría ambos cerebros. Después siguió el mayor reto para los médicos: el seno sagital superior», continuó explicando Jesse.
«Finalmente dividimos al equipo en dos mitades, una para cada bebé, para así proseguir con lo que faltaba, que era el proceso de reconstrucción de cada uno», dijo.
Pero ya la parte más difícil del camino de la intervención lo habían recorrido, así que seguramente continuaron haciendo su trabajo con entusiasmo, energía positiva y evidentemente mucho profesionalismo.
Los padres de las gemelas, Heather y Riley, se enteraron de que tendrían gemelos siameses a las 11 semanas del embarazo. En ese momento era muy temprano como para determinar si sería posible practicarles una cirugía al nacer, para separarlos y poder brindarles la oportunidad de tener una vida normal.
Los especialistas les recomendaron volver a hacerse la evaluación física en la semana 19 del embarazo. El hospital le aconsejó a Heather que se quedara en las instalaciones del lugar, específicamente en la Garbose Family Special Delivery Unit, durante las semanas que le quedaban de gestación. Las bebés nacieron prematuramente; diez semanas antes de lo esperado, por supuesto le practicaron una cesárea a la madre.
Todos saben que esto no ha terminado aquí. A las gemelas habrá que someterlas a otras cirugías más adelante, y tendrán que estar bajo observación y tratamiento médico ya que es un caso sumamente delicado.
Pero para los padres es un milagro saber que podrán llevar a sus hijas a casa. «Cuando nos vayamos a casa, haremos una gran fiesta; la de bienvenida, el baby shower, el cumpleaños..», dijo Heather.
Facebook/Delaney Twins
Los problemas de salud son algo que el ser humano no decide ni controla, pero ellos son afortunados de contar con la posibilidad de que ese equipo médico atienda a sus gemelas.
Además, sí podemos controlar nuestra posición y actitud frente a esos obstáculos que la vida nos pone por delante. ¡Heather, Riley, Erin y Abby están haciéndolo genial! Son un admirable ejemplo a seguir.
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