¿Cuántas veces nos ha pasado que al ver una llamada de un número desconocido pensamos que puede provenir de esas insistentes operadoras de las empresas de telefonía móvil queriendo vendernos sus servicios, ofreciéndonos unas «super promociones», o incluso cero permanencia sólo para que nos cambiemos de proveedor?
Es la pesadilla de todos. Y mientras más insistimos en que no queremos sus servicios, más recibiremos sus llamadas. ¿Pero qué pasa cuando la situación es al revés? ¿Cuando son las empresas de telefonía las que reciben la llamada de un usuario molesto exactamente las 24 horas del día? Personalmente, pagaría por ver su cara del otro lado de la línea. ¿Tú no?
Pues es real y ha pasado en Japón. Se trata de un hombre jubilado de 71 años de edad, que harto de no recibir respuesta a su problema, ya podría ser galardonado con el premio a la perseverancia y a la tenacidad.
Akitoshi Okamoto se dedicó a bombardear de llamadas telefónicas a la empresa con la que tenía contratado el servicio de telefonía móvil.
Llamó hasta 441 veces en una semana para exigir una respuesta
Los registros reportan que entre el 16 y el 23 de octubre, Okamoto hizo ese número de llamadas. Y además, algo que ha dejado sin palabras a muchos: en un total de dos años y medio hizo más de 24.000 llamadas para quejarse del mismo problema.
La queja del jubilado era muy sencilla de resolver, pero tristemente nunca fue escuchado. Al parecer, él sólo quería escuchar la radio local desde su teléfono, pero la empresa no lograba solucionarle el problema.
El gigante de las telecomunicaciones japonés KDDI reporta que recibió un promedio de 33 llamadas al día de parte de Okamoto
La empresa, harta de la insistencia del jubilado, finalmente ha decidido tomar cartas en el asunto. Pero no para dar solución a su queja como hubiera sido lo adecuado, sino para presentar cargos contra el pobre hombre, que sólo reclamaba sus derechos.
KDDI alega que Okamoto con su proceder ha ocasionado la interrupción de sus actividades normales, lo que supone una “una obstrucción fraudulenta de su negocio”, por lo que ha sido arrestado.
Según el departamento de Policía Metropolitana el hombre estaba sumamente frustrado y enojado por no recibir una solución.
Se presume que las llamadas las hizo desde un teléfono público cercano a su domicilio.
El caso ha capturado la atención de la prensa local e internacional por tratarse de algo único como insólito, desatando una intensa polémica en las redes.
¡Para muchos ya es considerado el héroe del año!
Por su parte, Okamoto piensa que su arresto es totalmente injusto ya que se considera una víctima del sistema más que culpable. Mientras que algunos aplauden su tenacidad pero otros consideran que fue demasiado lejos con tantas llamadas y consideran que tiene «un problema mental».
Pero lo cierto es que su historia no hace más que mostrar la grave ineficacia de muchas de estas empresas, a la par de la necesidad de adaptarse a un público de edad avanzada que contratan sus servicios y que requieren la misma atención como cualquier otro cliente. ¡Comparte esta noticia!