La familia Keeling se encuentra asimilando la dura pérdida de su bebé. El pequeño Arthur Keeling era un bebé muy feliz que siempre alegraba el día de todo el que lo conociera gracias a su enorme sonrisa.
Arthur apenas tenía 14 meses de haber nacido.
Arthur estaba jugando con las gemelas Martha y Nancy cuando sus padres notaron que tenía algo de fiebre y además lucía muy cansado. Sus padres pensaron que no debía tratarse de nada demasiado grave así que le dieron una medicina, Calpol, para que mejorara su temperatura.
Un par de horas después Arthur se encontraba descansando y tomando una siesta. Fue allí cuando sus padres notaron que tenía una extraña erupción de color morado debajo de su brazo y comenzaron a sospechar que podía tratarse de algo más grave.
La familia Keeling vive en Staffordshire al oeste de Inglaterra.
Apenas se dieron cuenta de la erupción llamaron a una ambulancia. Horas después los médicos estaban informando a los destrozados padres que habían hecho todo lo posible pero no habían podido salvar la vida de su bebé. Georgia, de 22 años, y Darren, de 27 años, ahora quieren honrar la memoria de su lindo bebé advirtiendo a padres de todo el mundo sobre la peligrosa septicemia que acabó con su vida.
“Él ya no contaba con la fuerza suficiente para lograr sobrevivir. Los doctores lucharon durante horas para salvarlo en cuidados intensivos”.
Arthur fue trasladado al Hospital Universitario Royal Stoke. Allí descubrieron que se trataba de un grave caso de septicemia, la infección se había esparcido rápida y peligrosamente. Decidieron darle fluidos y ayuda para respirar. Su condición empeoraba cada vez más y lo resucitaron varias veces a través de respiración cardio pulmonar.
“No había nada que pudieran hacer para salvarlo. En tan solo 5 horas él ya no estaba con nosotros”.
Dan Keeling, el tío de Arthur, también está ayudando a crear conciencia sobre la importancia de detectar los síntomas de una septicemia a tiempo.
Los síntomas de la septicemia pueden ser piel fría, aspecto azulado, erupciones, debilidad, vómito y respiración agitada.
Las gemelas hermanas de Arthur se encuentran muy pequeñas para entender realmente lo que sucedió pero extrañan mucho a su hermanito.
“Saben que él ya no está con nosotros. Preguntan por él. Ellas dicen: ‘Está en el cielo’”.
Nos unimos a la familia Keeling en este doloroso momento. Esperamos que sus padres y las lindas gemelas puedan guardar siempre en su memoria la bonita sonrisa de Arthur.
Compartir este caso es una manera de ayudar a crear conciencia sobre la septicemia y apoyar a la familia Keeling.