La tecnología ha cambiado por completo al mundo. Prácticamente son muy pocos los lugares en donde no haya señal telefónica o Internet.
Actualmente muchos países invierten en infraestructura 5G para elevar los niveles de conectividad. Eso es buena noticia para todos, menos para Rosi Gladwell, una mujer de 70 años de Reino Unido.
Rosi ha sorprendido a todo el mundo con una creencia que tiene: es alérgica al Wifi. Según esta mujer, estuvo durante mucho tiempo débil y sin aliento, como si sufriera una extraña y desconocida enfermedad.
Un día apagó los dispositivos electrónicos de su casa y sintió una súbita recuperación.
Desde entonces cree que sus dolencias tienen origen en la señal electromagnética de estos aparatos. La “enfermedad” de Rosi le ha impactado tanto que hasta se ha equipado con un kit anti radiación, que consta de una suerte de sábana de plata y cobre. Hasta tiene un detector de radiación para cuando sale a la calle.
Rosi con su Kit anti-radiación
Por ejemplo, cada vez que Rosi va a un restaurante o un café, usa su detector de radiación para saber cuál es el lugar menos afectado. Es allí en donde puede estar, porque asegura que inmediatamente comienzan sus achaques.
“No estoy seguro si hará daño a los seres humanos, pero algún efecto tendrá. Seguramente pronto veremos hallazgos al respecto”, mencionó intrigado un internauta.
Por otro lado, la mujer manifiesta estar muy preocupada por el futuro, ya que el gobierno del Reino Unido adelanta los procesos para instalar la señal 5G y cuando llegue el momento en que esta poderosa señal esté en todos lados será mucho más “peligroso” para ella.
“Yo quiero un kit de esos porque en mi casa llegan como cien señales diferentes, jajaja”, comentó bromeando un internauta.
Organismos como la Organización Mundial para la Salud todavía no han confirmado que este tipo de dispositivos afecten a la salud de los seres humanos, sin embargo, mientras no hayan indicios al respecto, esta mujer ha tomado previsiones.
Si al pasar el tiempo y resulta ser verdad su sospecha, pasará a la historia como la primera “afectada” por el WiFi y si por el contrario, no llegase a pasar nada, será solo una inusual anécdota.
La tecnología avanza tan rápido que ni cuenta nos damos. Ojalá que Rosi no tenga razón del todo. Para que siempre utilicemos nuestros aparatos sin peligro alguno, puesto que el WiFi y el Internet han pasado de ser meras tecnologías de conectividad para convertirse en servicios tan imprescindibles como el agua o la luz.
Comparte esta extraña historia entre tus familiares y amigos, para ver si hay alguien con la misma sospecha de Rosi.