Argentina se estremece ante el asesinato de Anahí Benítez, una menor de 16 años que fue asfixiada. Hasta el momento hay dos detenidos y las autoridades tratan de encontrar conexión entre los sospechosos para dar con el autor del crimen.
Organizaciones sociales, familiares y amigos de la joven han marchado hasta la sede del Congreso en Buenos Aires bajo el lema «Justicia por Anahí, ni una menos», para recordar a las casi 200 mujeres que han sido asesinadas este año y reclamar una ley en materia de violencia machista.
El caso mantuvo en vilo toda la semana a Argentina, donde sólo el mes pasado se cometieron 32 feminicidios.
El 29 de julio Anahí había salido de su casa para ir a caminar al parque, pero nunca regresó. Seis días después, la encontraban semienterrada en una cancha de fútbol, en la Reserva Natural Santa Catalina de Lomas de Zamora.
El cadáver de la joven tenía la misma ropa con la que había sido vista por última vez. La autopsia reflejó que murió por asfixia después de que le taparan la boca y la nariz y que la habrían matado 24 o 48 horas antes de que apareciera muerta.
Como resultado de las investigaciones, la Fiscalía ordenó «por razones de urgencia» la detención de uno de los profesores de la víctima, Leonardo Agostino, de 40 años, que impartía la materia de Matemáticas en la Escuela Normal Antonio Mentruyt de Banfield, donde asistía Anahí.
Las miradas empezaron a apuntar al profesor después de que la Policía capturó fotos suyas en la casa de la adolescente. A partir de ese hallazgo empezó a circular la hipótesis de que la chica habría tenido una obsesión por el docente.
Casi 24 horas de allanamiento en la casa de Leandro Agostino dieron como resultado el secuestro de posesiones del maestro y anotaciones con caligrafía que podría coincidir con la de Anahí Benítez. Sin embargo, la atención está puesta sobre el Fiat 147 que estaba estacionado en la casa.
En el vehículo identificaron huellas dactilares, fibras de cabello de una mujer, manchas rojizas en el asiento del acompañante y restos de tierra en el guarda barro. Ahora, los esfuerzos están puestos en aclarar si estos indicios están relacionados con el crimen.
Posteriormente, también fue detenido un hombre que vive en un galpón a 300 metros donde fue hallado el cuerpo. Él es Marcos Esteban Bazán.
La fiscal de la causa señaló que un perro los llevó «directo hasta la casa donde vive Bazán» y que en ese lugar encontraron «pelo, manchas de sangre y ropa de mujer». «No era una zona donde la joven pudiera caminar sola», indicó Pérez, aunque aclaró que «el grupo de amigos de la chica de 16 años sí lo hacía, y que solían ir de noche».
Entonces dio un dato espeluznante: «Durante los rastrillajes buscando a Anahí encontramos ocho cuerpos».
No obstante, aclaró que el profesor de Matemática Leonardo Agostino no quedó todavía desvinculado de la causa.
En declaraciones a distintos medios de prensa, Pérez dijo creer que entre los dos está el asesino de Anahí.
Además, confirmó que en ese mismo lugar hallaron «la misma comida que tenía Anahí por la autopsia» (arroz y verduras).
La fiscal hizo declaraciones sobre la supuesta relación obsesiva que tendría la joven con el profesor, conclusión a la que llegaron después de las investigaciones a todo el personal de la escuela y compañeros de Anahí.
Un caso con dos detenidos, varias pruebas que confirman los datos de la autopsia, pero todavía muchas dudas por resolver que mantienen en vilo a toda una nación. Siguen las protestas por el clima de inseguridad en la que vive la sociedad. Esperemos que las autoridades hagan su cometido y den con el culpable.
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