La espera de un bebé es un momento de alegría para los futuros padres. Por lo general, el papá de la criatura está especialmente atento al momento en que la madre rompe aguas. Pero en ocasiones los planes no suceden como se piensa y la particular historia de los Goettes así lo demuestra.
Andrew y Ashley Goette se preparaban para tener a su primer hijo, pero un día antes del parto algo inesperado sucedió: Andrew perdió el conocimiento y dejó de respirar por un tiempo significativo.
El hombre se salvó de milagro, gracias a la valentía de su esposa embarazada quien le aplicó reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras llegaban los paramédicos.
Durante la madrugada del 6 de octubre, Ashley llamó al 911 para solicitar ayuda pues su esposo no podía respirar. Al llegar los paramédicos, debieron reanimar a Andrew porque su corazón había dejado de funcionar a causa de un paro cardíaco. De inmediato, el hombre fue llevado al Hospital United.
Durante las primeras horas en emergencia, los doctores no pronosticaban nada positivo para el futuro padre. Las radiografías computarizadas apuntaban a un irreparable daño cerebral. Según los especialistas era poco probable que el hombre despertara de esa situación.
Los especialistas optaron por bajar la temperatura de su cuerpo durante esas primeras 24 horas para que su cerebro despertara. Esto, junto a las oraciones de la familia y la compañía atenta de Ashley hizo posible el milagro. En el momento de quitarle los sedantes, Andrew abrió sus ojos al escuchar las indicaciones de la enfermera.
“Cuando la enfermera comenzó a eliminar los sedantes, Andrew comenzó a temblar. Aún pensando que podría ser un escalofrío o una convulsión, su enfermera Libby dijo «Andrew abre los ojos». Y como en una película, hizo exactamente eso”, se explica en la campaña de GoFundMe de para la familia Goette.
Las siguientes 36 horas eran fundamentales en la vida de Andrew, el hombre estuvo en estricta observación y todo apuntaba a que el daño sufrido a nivel cognitivo era leve. Todos se preparaban para presenciar un segundo milagro: el nacimiento del bebé.
Ashley sería atendida en el mismo hospital y el padre deseaba estar presente. Por esa razón, los doctores decidieron preparar todo para trasladar a Andrew a la sala de parto con Ashley, retrasaron su procedimiento cardíaco hasta el lunes siguiente para que pudieran estar juntos.
El 19 de octubre nació Lennon Andrew Goette, un niño de 2,7 kilos. Después de una semana de inesperados momentos, los padres estaban felices de recibir a su pequeño bebé.
Sin embargo, a Andrew aún le esperaba una intervención quirúrgica para resolver su arritmia cardíaca. Afortunadamente todo salió perfecto y esta familia se recupera en casa de los estragos causados no sólo por la cesárea, sino por el paro cardíaco que sufrió el padre.
Aunque se mejoran favorablemente, la familia tiene un problema inmediato: los gastos médicos causados. El seguro de Andrew cubrió una parte de la deuda, pero aún queda por pagar el resto de la factura. Debido a esto, se creó una campaña de GoFundMe que busca ayudar a los Goettes. Como la misma página lo señala, cualquier aporte que puedan recibir la pareja servirá para alcanzar los $ 25.000 que busca recaudar la campaña.
La historia de Andrew y Ashley demuestra que los milagros sí existen. A pesar de todas las complicaciones, la familia intenta salir adelante. Comparte con tus amigos esta nota y da a conocer su caso en las redes sociales ¡Cualquier ayuda cuenta para estos padres!