Él se aparcó en la calle Fuenterrabia de San Sebastián en el centro de la ciudad. Se pudo conocer que el conductor vive en Ciudad Real y viajó a San Sebastián por unos días.
La Guardia Municipal tomó cartas en el asunto, los agentes de Movilidad comprobaron que la tarjeta que le acreditaba como discapacitado estaba vencida así que no tenía derecho de aparcarse en ese lugar.
Los agentes le solicitaron sus documentos mientras él simulaba que padecía una lesión tirado en el suelo y gritaba “No me muevan que me pueden producir más lesiones”.
Las autoridades restringieron el tráfico en la calle, uno de ellos lo sujetó de un brazo y junto a un compañero lo trasladaron hasta el lugar en el que estaba estacionado su coche.
Las autoridades decidieron llamar a una ambulancia y cuando el personal de salud llegó y examinó al sujeto pudieron comprobar que todo su comportamiento obedecía a un teatro porque no padecía ninguna discapacidad.
Finalmente, se lo llevaron detenido, permaneció durante cuatro horas en la inspección de Donostia, quedó en libertad con cargos.
Le imputaron un delito de desobediencia porque se negó a entregarles a las autoridades la tarjeta caducada y según la legislación es una obligación hacerlo cuando el plazo para aparcar haya expirado.
También lo imputaron por el delito de resistencia al entorpecer las acciones de las autoridades, así como por tratar de instar a los transeúntes a arremeter contra la policía.
Y eso no es todo, también lo acusaron por un delito contra la seguridad vial ya que cuando se acostó en el suelo representó un grave peligro para todos causando el desvío de varios vehículos.
Creo que ya debe estar arrepentido de lo que hizo, afortunadamente nadie resultó lesionado y el protagonista de este incidente rendirá cuentas ante la justicia. ¡Compártelo!