Debido a que se deben seguir los cauces ordinarios, los acusados debían ser sometidos a exámenes médicos, por lo que fueron destinados a la Fiscalía del Estado de Atizapán. Pero todavía no habían salido las órdenes de aprehensión. De modo que cuando la pareja, en un intento de librarse de la detención, quisieron sobornar a los policías, inmediatamente fueron detenidos por cohecho.
Ulises Lara, portavoz de la Fiscalía de Ciudad de México, manifiesta que en las próximas horas esas órdenes estarán listas, y entonces los sujetos serán acusados por el delito de privación ilegal de la libertad con la finalidad de hacer daño a la niña.
El Código Penal establece para este tipo de delitos entre 80 y 140 años de prisión
«Solicitaremos a la autoridad judicial todo el peso de la ley para castigar a quienes tuvieron participación en este indignante hecho», ha afirmado Lara en una rueda de prensa.
García Harfuch aseguró que el móvil del crimen no fue el dinero, «es un crimen atroz», pero se rehusó a dar más detalles para no generar morbo.
Los acusados fueron detenidos alrededor de las 19h20 de ayer con la ayuda de un dron que logró dar con la ubicación precisa del domicilio donde se escondían
«Los detenidos posteriormente serán trasladados a la Ciudad de México para seguir su procedimiento penal», dijo García Harfuch.
Se dio a conocer que la pareja tiene 3 hijos pequeños, que en un principio estuvieron bajo resguardo de las autoridades por su situación de evidente vulnerabilidad, pero ahora permanecen bajo la custodia de un familiar.
La detención finalmente ha tenido lugar menos de 24 horas después de que las autoridades identificasen públicamente a los presuntos responsables de la desaparición y brutal muerte de la pequeña Fátima.
Las investigaciones revelan que Giovana había vivido de forma intermitente durante varios meses en la casa de Fátima. La madre de la niña se ofreció a acogerla después de que asegurase que sufría violencia por parte de su pareja.
Comparte este avance con tus amigos, que constituye un paso importante en la anhelada justicia para Fátima. Muchos esperan que realmente sean ellos los culpables y no se estén buscando «chivos expiatorios» como en otros casos.