El amor de una madre no tiene límites para conseguir la felicidad de un hijo, sobre todo cuando se trata de un pequeño con alguna discapacidad que hace que ese sentimiento crezca sin medida.
Esta es la hermosa historia de João Vicente, un niño de siete años con parálisis cerebral, quien le dijo a su madre que soñaba con subir a una patineta, y ella hizo lo imposible por conseguirlo.
João, de Paraná, Brasil, fue diagnosticado con parálisis cerebral después de sufrir un derrame cerebral grave cuando tenía solo dos años afectando considerablemente su movilidad, pero eso no le ha impedido soñar con vivir experiencias de niños de su edad.
Desde siempre su madre, Avante Leaozinho ha estado a su lado, asegurándose de que su hijo reciba la atención, los cuidados, la ayuda y el amor que él necesita.
Ella no quiere negarle a su hijo la posibilidad de experimentar la mayoría de las cosas que hacen los niños «normales» de su edad.
«Mi hijo tiene siete años. Es un niño lleno de voluntad, deseos y sueños”.
Avante siempre está dispuesta a conseguir que los sueños de João se hagan realidad.
“El mundo siempre nos dice que no. No debemos, no podemos, no funcionará, no hay adaptación, no pertenecemos».
Avante reconoce que no es fácil criar a un niño discapacitado, pero es más difícil crecer en un mundo que no considera sus derechos y lo excluye.
«Durante mucho tiempo traté de cumplir el sueño de mi hijo de subir en patineta. Intentamos con bicicletas, andadores, patines eléctricos, pero nada funcionó”.
Esta madre no se dejó vencer por las dificultades, hasta que conoció a dos jóvenes increíbles, Daniel Paniagua y Stevan Pinto, fisioterapeuta y psicólogo, quienes me presentaron su proyecto de «skateboard», llamado «Skate Anima».