Irremediablemente, el ser humano tarde o temprano debe afrontar la realidad de la enfermedad o la vejez, que de no ser por las atenciones que recibe de sus familiares y de los profesionales de la salud que están a su lado, sería francamente muy difícil de sobrellevar.
Y es que enfermar o envejecer es algo que nadie nace aprendiendo, pero indudablemente es una etapa de la vida a la que todos nos enfrentaremos algún día. Lo que sí es cierto es que dependiendo de las personas que estén al lado del paciente, tal situación puede ser más o menos llevadera.
Es justamente lo que Sara Rodríguez ha querido enfatizar con la emotiva carta publicada en su red social hace menos de una semana y en poco tiempo es ya un fenómeno viral en la red.
Se trata de un texto escrito por otra colega suya, auxiliar de enfermería, Rebeca Vicente, en el que desmonta los prejuicios sociales que existen contra ciertos trabajos como el suyo, tareas que tienen que ver directamente con el bienestar y el confort del paciente, pero que absolutamente nadie le da el valor que merece una «limpiaculos», como lo ha llamado en su publicación.
Rebeca revela lo «orgullosa» que se siente con su trabajo de auxiliar de enfermería, pero que lamentablemente en la sociedad, es una ocupación que pasa totalmente desapercibida, porque precisamente lo suyo es pasar ocultos, haciendo las tareas más básicas que tienen que ver con la atención del paciente: tomar muestras, cambiar sábanas, vigilar al paciente de cerca… Y por supuesto, ¡limpiar culos!
Y se manifiesta indignada al ver cómo la gente etiqueta su trabajo como algo denigrante, haciendo un llamado de atención y recordando que algún día todos envejeceremos o enfermaremos, y entonces, probablemente necesitemos de su ayuda.
«Hoy volví a escuchar «trabajar aunque sea limpiando culos» y no es ni la primera ni la octava vez que lo escucho», comienza la carta de Rebeca que Sara la viralizó en su red social, y que a la fecha tiene más de 200.000 me gusta y ha sido compartida más de 180.000 veces en Facebook.